UN POCO DE ECONOMIA LOCAL
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación
Aisén Reserva de Vida.
La disyuntiva de esta semana es escribir sobre las
olimpiadas o sobre desarrollo y economía local. Y lo que nos hace retomar un
tema del que ya hemos escrito antes, es precisamente un ejemplo brasilero que
saca “medalla de oro”.
Hace algún tiempo leíamos en una revista alemana sobre el
fracaso del famoso Grameen Bank, “el banco de los pobres”, que llevo al
suicidio a muchos de esos emprendedores que no pudieron pagar su crédito,
versus un ejemplo mejor evaluado y con mejores resultados, de un barrio de
Fortaleza, ciudad del noreste brasilero. Ahí, creo recordar que por iniciativa
de un párroco que organizo a la comunidad, se instauro una moneda para ser
usada solo en el barrio. Lo que se consiguió así es la reinversión local
evitando la fuga de capital, con un resultado asombroso.
Y este ejemplo brasilero aplicado a la Región de Aysén nos
mostraría todo lo contrario. Porque esta claro que la industria pesquera y
salmonera y la minería, si bien dejan algo en la región, la mayor parte de sus
utilidades y producto se van fuera. Es cosa de ver como los bancos funcionan
como aspiradora enviando fuera hasta los sueldos de buena parte de sus
operarios y ejecutivos. Y por cierto tampoco pagan acá sus impuestos, ya que
sus oficinas matrices se encuentran probablemente en el barrio alto de
Santiago. Cuando la región exporta su ganado y la lana sin agregarle valor,
deja que ese producto lo agreguen afuera y esas utilidades e impuestos se
pierdan para la economía regional. Cuando el turismo, los servicios privados o
el comercio de empresas extrarregionales recaudan fondos acá para enviarlos a
sus matrices (donde pagan sus impuestos también), harto poco es lo que aportan
a la economía regional. Y esto ocurre hasta con los servicios públicos. Cuando
CONAF recauda entradas, cuando las recauda, en la Áreas Silvestres Protegidas
del Estado para enviar esa plata a Santiago. Cuando las obras del MINVU o MOP
las hacen empresas extrarregionales con mano de obra extrarregional y
materiales traídos desde fuera, de esos fondos que invierte el Estado en la
región, de ellos queda harto poco acá. O dicho de otra forma, podría quedar
muchísimo mas. Cuando el MOP renovó sus muebles comprando los nuevos a una
industria de Temuco en vez de encargarlos acá, donde les costaba un poco mas,
pudo haber dado trabajo a muchos carpinteros -mueblistas y haber fomentado la
industria regional. Por lo demás, la diferencia en el precio la tuvieron que
pagar en sacar la camionada de cartones de embalaje al basural (un costo
ambiental). Lo peor es que pocos se fijan en estos detalles tan evidentes de
una economía centralista y ahora globalizada llena de incongruencias en la cual
se trata de que tengamos un rol de despensa y botadero. Con mayor conciencia
regionalista es harto lo que se podría hacer por fortalecer la economía
regional evitando la fuga de capital y capacidad emprendedora. Y para eso se
necesitan dirigentes mas comprometidos
con la región. No de esos dirigentes que hasta aplauden la centralización de la Universidad de Aysén.
Esa que necesitamos para formar profesionales y pensadores regionales. De esos
que se ocupen en revertir la dependencia y la apropiación de los recursos
regionales hasta por empresas transnacionales.
Empresas como HidroAysén (ENEL -Colbún), AES Gener,
Glencore-Xstrata –Origin Marine Harvest, Nystar y hartas mas. Una empresa como
SAESA –Edelaysén que pertenece a un fondo de pensiones canadiense, es obvio que
se debe a sus accionistas y sus utilidades se van a Canadá. Eso, mientras
nuestros fondos de pensiones, inclusive el de los profesores de Aysén, van a
parar al extranjero. ¿Y que pasaría si nuestros fondos de pensiones, AFP, en
vez de que fueran invertidos en los grandes grupos económicos depredadores nacionales
y fuera del país, reemplazasen a la famosa e “imprescindible inversión
extranjera”, dogma de nuestro modelo económico impuesto por economistas
formados para eso en el extranjero? Inversión que esta claro es para extraer
recursos y recaudar utilidades sin pagar siquiera impuestos en el país. ¿Y que
pasaría si el fondo de las AFP, que es el mayor del país, se convierte en
capital para fomentar e invertir en agregar valor al producto nacional y
regional en las PYMES que son las que mueven la mayor fuerza de trabajo? O en
soluciones a nuestros problemas reales, como la contaminación. O en empresas
innovadoras, como por ejemplo, la producción de hidrogeno envasado con el
potencial energético regional, utilizado en soluciones de bajo impacto
ambiental, en vez de pretender poner mega -represas y sacar esa energía vía
líneas de transporte de miles de kilómetros, destruyendo las cualidades regionales.
Y reemplazando de paso la dependencia de combustibles fósiles importados y
gases de efecto invernadero o humo contaminante.
Por supuesto no pretendemos darnoslas de gurú en este tema
da para mucho mas. A ver si los “economistas regionales” ponen su parte, porque
pretender tener políticos regionales elegidos sin que tengan el mas mínimo
poder sobre la economía regional, de poco nos servirá.
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