EL PAIS INFLABLE
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación
Aisén Reserva de Vida.
Repercusiones mundiales tuvo el “chistecito” de la muñeca
inflable que regalaron la semana pasada empresarios de ASEXMA a un ministro
“para estimular la economía”. Mientras, por lo demás, regalaban un exprimidor
al Director de la CORFO
para “exprimir la economía”. Y así los regalitos y chistecitos esos, que por
cierto no dejan de tener toda una connotación e imagen implícita. Sin lugar a
dudas los chistes y las tallas reflejan una cultura subyacente, la forma de ver
las cosas que hay detrás.
Mientras muchos, en especial las mujeres, se indignaban con
el chistecito “machista” aquel, otros reclamaban porque éste se llevaba toda la
atención, mientras el niño que fue torturado hasta morir pasaba a segundo
plano. Nosotros también podríamos reclamar sobre como se olvida constantemente
el “vía crucis” del Río Cuervo, la inexistencia del derecho humano al agua en
algunas cuencas regionales, a los huemules en peligro de extinción y el
desastre en el mar. Pero, cuando se mira mas atentamente los aspectos “reduccionados”,
lo que vemos tras todo eso son ciertas semejanzas con las cuales se entiende el
total, lo holístico. Semejanzas que nos permiten identificar claramente un
“país inflable”. Estamos hablando de simbolismos y lo que hay detrás de las
apariencias. Estamos hablando de mínimos común múltiples. De la enfermedad o
enfermedades del alma nacional que aparecen a la luz cada cierto tiempo con
estos síntomas, como el que estos empresarios nos muestran tan claramente en su
chistoso ejemplo.
Cuando la semana pasada nos encontrábamos en el taller “Plan
Chile 30/30 Obras Públicas y Agua para el desarrollo” y en el “Congreso
Internacional para la
Conservación del Huemul”, mientras en los Tribunales
Ambientales de Valdivia eran los alegatos para salvar el Río Cuervo, su cuenca,
sus lagos, bosque, flora y fauna amenazada, así como a los habitantes del fiordo
y Puerto Aisén, mientras revisábamos el borrador de la hoja de ruta de la
política energética regional; los
chistes esos de la muñeca y el exprimidor nos hicieron sentido y ayudaron a
entender el trasfondo. También sobre lo que ocurre con los niños del Sename y
aquel torturado a muerte. Y tantos ejemplos más, como lo que ocurre con las
AFP, la educación, etc, etc. No en vano nuestras dos últimas columnas ya versaban
sobre como se prostituye este país. Si bien en algunos casos la muñeca y el
exprimidor resultan ser una explicación inmediata, en el total esto va un poco
mas allá, a lo que no cuesta mucho identificar como el “país inflable”. El país
con su gente, su vida y patrimonio, inclusive sus derechos humanos, sacrificado
a la “estimulación económica”. A ser cosa, modelo. Reducir la vida a objeto y
$$. El país de alma enferma en que nos hemos convertido en las últimas décadas.
Y no es la primera vez que lo decimos. Por cierto en esto la política no es
excepción, mas bien son causales ¿No le parece identificar constantemente un
lote de políticas y políticos “inflables”?
Porque, la verdad es que no cuesta mucho ver las cuencas y
derechos de aprovechamiento de agua inflables, así como en lo del plan inflable
para el crecimiento económico 30/30. Así el Río Cuervo y toda su vida son
“inflables” a sacrificar para la estimulación mas bien de algunos que de la
economía. Por cierto que tenemos el temor que lo mismo ocurra con la política
energética regional. Así, los huemules
también pasan a ser “inflables” y en el congreso aquel falto poco para una
propuesta, no solo simbólica, de huemula inflable para satisfacer las
expectativas de algunos “veterinarios de la conservación”. Eso, en vez de
dedicarnos a solucionar las causas de fondo, las raíces, que tienen a maltraer
a nuestro ciervo heráldico. A propósito, nos percatamos además de las
circunstancias históricas de que a causa de la “región inflable” se quemó la
mitad del bosque regional para contar con terreno ganadero y hoy resulta que ese
ganado esta en pésimas condiciones sanitarias, transmitiendo enfermedades a los
huemules y perros. ¿Y a los humanos? Y eso incluso en parques nacionales. A su
vez perros asociados a ese ganado y ciudades que atacan a los huemules y
trasmiten enfermedades, las mismas que hace mas de cuarenta años, desde que se
sabe de esto. Con este prestigio se ve difícil la venta de carne orgánica,
mientras competir con el MERCOSUR es imposible. ¿El sacrificio del bosque y su
biodiversidad, inclusive los huemules, de los ríos y puertos, del
empobrecimiento del suelo y campos y su gente, va a desinflarse así no mas? Tras sacrificar los bosques y suelo, pasaron
a sacrificar el mar y su vida, también para el “país inflable” y la última
tentativa en esta macro-política inflable va por los ríos y todo lo demás que
va quedando aun incólume.
Tal vez Ud. encontrará que estamos poco navideños y muy
“pesados” para estos días. Y aquí también vale percatarse que hasta la navidad
y su sentido y mensaje de vida, amor paz lo han logrado convertir en algo
“inflable”. Por eso, la moraleja es, darse cuenta de todo esto, no caer en el
juego e intentar de revertir la enfermedad para sanarnos. No hacerlo, nos
convierte en “inflables” objetos cómplices.
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