¡A OCUPARNOS DE LAS CAUSAS, NO DE LOS EFECTOS!
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén,
Presidente Agrupación Aisén Reserva de
Vida.
En las últimas semanas hemos estado refiriéndonos
a la crisis del agua, la crisis de los huemules, la crisis del mar de Aisén y
en específico el Golfo de Penas. También nos hemos topado con algunas
injusticias e impunidad y derroche de recursos del Estado.
¿Qué
tienen estos temas en común? Pues, primero que nada la crisis socio ambiental
o/y ausencia de cultura ambiental. Luego, la desigualdad ante la ley, que están
de por medio los “dueños” de los “recursos” nacionales, que se observan
ministros y senadores trabajando para
las empresas y algún negocio en vez de
cautelar el bien común nacional y los
derechos de todos, y que hay siempre un sinnúmero de distractores para no
fijarnos en estas “pequeñeces” como diría el Senador Walker. Y también la
ineficiencia o ausencia de la institucionalidad respectiva. Además, nos parece
importante recalcar en que en estos problemas habitualmente
como sociedad nos quedamos en las consecuencias, los efectos y los
diagnósticos y pocas veces hay interés y esfuerzo en llegar a la raíz del
problema y solucionar las causas. Así es como solemos encontrarnos solo con actitud e institucionalidad forense.
Vemos ballenas y peces muertos, comunas sin agua, la capital sin agua
potable, el monopolio del agua, huemules enfermos. A veces nos preguntamos los
porqués y hasta hay alguna biopsia y culpabilizar a alguna autoridad. ¿Y alguna
vez nos ocupamos en buscar la causa originadora y de solucionar el problema en
su raíz, en vez de armar negocios de consultoría, proyectos millonarios, pretensiones
de manejo de fauna silvestre, de investigaciones relámpago sin medios.
¿Por qué creen que en la semana de la ciencia apareció una gran cantidad de
científicos “varados” en la playa de La
Serena? ¡ Original forma de protestar, sin lugar a dudas!
Sintomático sobre parte de lo arriba
expuesto fueron en la semana pasada el
artículo de CIPER de Patricio Segura sobre las andanzas del ex ministro y ex
senador Longeira intentando resucitar el canal del Itsmo de Ofqui para “desarrollarnos” y el artículo en el Que
Pasa sobre los cuestionamientos a la Red de Parques Nacionales Patagonicos. Si
ahora ya está el “apocalipsis” en el Golfo de Penas ¿alguien cree que con un
canal ahí esto mejorará? ¿No creen que los principales interesados en ese canal
son los salmoneros para pasar con sus wellboats contaminadores? A su vez el Que Pasa se centra en el tema de la conectividad, el cual nos
parece artificial, ya que el Estado de Chile tiene facultades de sobra para
construir caminos por donde le plazca ¿O es que el temor es a las evaluaciones
ambientales, que sabido es se cortan por funcionarios políticos del gobierno? Por
lo demás, un buen servicio de transbordadores seria ahí mejor solución. Pero lo
que más nos llamó la atención fue la posición del ministro de Economía,
Céspedes, marcando territorio para los salmoneros. O más bien jugándoselas para
que los salmoneros sigan instalándose en áreas silvestres protegidas del Estado. “Casualmente” tenemos entonces a dos ministros
de Economía trabajando en lo mismo. Y si agregamos a otro ex, a Rodríguez
Grossi , en buena medida responsable de Alumysa e HidroAysen, tenemos un cuadro
¡de miedo! Y a propósito, si Longeira fue nefasto en ese cargo que uso para beneficio
de las empresas pesqueras y salmoneras, por lo cual actualmente está bajo
arresto domiciliario ¿hay alguna diferencia entre él y Céspedes? Esta podría
ser que uno promulgo la famosa última versión de la ley de pesca y acuicultura
en forma corrupta y el otro solo nada hace para cambiarla. Y en lo que es el
turismo, servicio sin duda de segundo o tercer orden en esa cartera, pareciera
ambos también tienen sus similitudes neoliberales y está claro lo mantendrán
subyugado por las poderosas pesqueras y
salmoneras.
Por lo demás, esto de meter salmoneras a
las áreas protegidas fue una operación harto siniestra que comenzó años atrás,
no recordamos bien si en el gobierno de Frei o Lagos, en que se reunieron los
subsecretarios de Pesca, Marina, Agricultura y Bienes Nacionales y acordaron
que el mar interior de las áreas protegidas de la Patagonia no es parte de
ellas, aunque en la Ley del Medio Ambiente dice lo contrario. Por lo tanto, según ellos, no había problema en meter ahí
las salmoneras. Ante nuestro reclamo a la Contraloría, ésta dictaminó que las
salmoneras no podían ponerse en aguas de los Parques Nacionales y que en las
Reservas Nacionales (algunas antes R. Forestales) solo se podía hacer en casos
excepcionales y autorizado por la autoridad correspondiente. Cuáles serían los casos excepcionales y la autoridad
correspondiente, hasta el día de hoy no está claro. Por cierto, la
Subsecretaria de Pesca del ministerio de Economía, lo interpreto como que ellos eran esa autoridad y desde entonces
abundaron las “excepciones” y tienen las reservas nacionales plagadas de
salmoneras, buena parte de ellas anaeróbicas, con SRS y piojos y usando
pesticidas. Además, se saltan olímpicamente los estudios de evaluación
ambiental del artículo 11 de la ley de Medio Ambiente con complicidad del Servicio
de Evaluación Ambiental y la Superintendencia respectiva, a ver si alguna vez
verificará el cumplimento de sus declaraciones ambientales.
Esta claro que es más fácil ser hipócritas
a la sombra de los poderosos, que solucionar los problemas de fondo que atañen
al ambiente que en rigor es de todos los chilenos.
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