PARQUES NACIONALES Y LA TOMA EN VALLE CHACABUCO
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén,
Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.
Mientras nos dedicábamos al pacifismo la
semana pasada, nos sorprendió la reclasificación de la Reserva Nacional Cerro
Castillo a Parque y las numerosas reacciones que hubo, mientras en Valle
Chacabuco un grupo se tomaba las instalaciones del futuro Parque Patagonia.
Sobre el Parque Nacional Cerro Castillo algo
ya hemos opinado y respecto al bastante improvisado acto de reclasificación,
que provocó numerosas críticas, algunas por falta de participación, otras aparentemente de cariz político, nuestra posición es que
siendo integrantes del Comité Consultivo Regional de Áreas Protegidas e
iniciadores del turismo comunitario sustentable en Castillo, nos hemos estado
enterando por la prensa de todo esto. Y la verdad es qu, por una parte,
pensamos que el paso a parque era una buena oportunidad para solucionar algunos
serios problemas que tiene esa área “protegida” ya que lo de “parque” no puede
quedar solo en el título y por otra, nos parece que es imprescindible la buena
convivencia, inclusión y trabajo conjunto con los vecinos, ONGs ambientales y
operadores turísticos que viven ahí y acá. Y respecto al Parque Nacional Isla
Magdalena, ahí la necesidad es que el Estado realmente lo proteja, porque desde
su creación nada ha hecho en ese sentido. Si el Estado chileno se compromete a
proteger y pretende sacar réditos económicos
de estas áreas, también debe invertir en ellas y protegerlas efectivamente. En otro orden, vale comentar que el objetivo
principal de los parques nacionales no es el económico, sino la protección de
ecosistemas, con lo cual evidentemente aportan servicios ambientales a la
economía y al turismo. Los parques y sus vecinos no pueden pasar a ser
escenografía de la industria transnacional del turismo. Y respecto a las críticas
de los gremios empresariales, nos llamó la atención que no perdieron palabra para
referirse a la toma ¿Y si esa toma hubiese sido en alguna de sus propiedades,
que habría pasado? ¿ Que habría pasado si un grupo mapuche les toma un campo o
los pescadores unas salmoneras?
Ahora, respecto a esa toma en Valle Chacabuco, de un grupo de
medianos propietarios ganaderos y comerciantes que enarbolaron un cartel que
decía “hijos de pioneros exigimos el derecho preferente a los terrenos
productivos”, vale recordar que no es la primera vez que lo hacen y que al
igual que la vez anterior estábamos en periodo electoral. Todo indica a que esa
gente es utilizada desde las bambalinas
por el Diputado Sandoval, ahora candidato a Senador, que en ambas ocasiones se
encontraba moviendo los hilos en Cochrane. Y el que esa toma haya sido justo
cuando la Presidenta se encontraba en Castillo dando a conocer la reclasificación, claramente tenía sentido de funa. Por cierto, el
Diputado podría ser más gauchito para
sus cosas y dar la cara cuando organiza o participa en estas cosas.
En lo demás, vale hacer presente que
quienes dirigían a ese grupo eran en su tiempo los más fanáticos partidarios
del proyecto HidroAysén que le iba a inundar parte de los campos a esos hijos
de pioneros y que la AG Río Baker tiene una promesa de compraventa y
arrendamiento con HidroAysén de su propiedad del Lote 26 “El Manzano” de 3.965
hectáreas, por cuya firma ya recibieron sobre 250 millones de pesos. Ese predio
fue adquirido con fondos internacionales conseguidos por la Fundación para el
Desarrollo de Aysén, FUNDA , precisamente para ayudar a los hijos de pioneros
con terrenos productivos y fue inscrito
a nombre de la AG en 1992. Como es conocido además, HidroAysén tiene varios
campos abandonados en esa zona. ¿Por qué será que no se toman esos terrenos productivos ociosos?
En cuanto a la crisis que afecta al
campesinado, no solo en esta región, uno de los factores que podrían ayudar a
superarla es el riego. De hecho el año pasado en la zona de Cochrane la sequía
fue grave. Sin embargo, los derechos de aprovechamiento de agua de la cuenca del Baker son monopolizados por
HidroAysén con lo que toda nueva solicitud era rechazada, inclusive una para
agua potable de Cochrane. Extrañamente jamás supimos de que algún
dirigente de éstos y el Diputado hicieran
algo para remediar o al menos denunciar esta grave situación.
En cuanto a la participación y legitimidad
de declarar Parque Nacional al Valle Chacabuco, vale recordar que esa propiedad
fue concesionada desde principios del
1900 a grandes ganaderas en manos de extranjeros (Bridges admite que no era
rentable), en la UP paso a asentamiento de la CORA (dicen que quebró) y en la
dictadura fue vendida con deudas al
belga Francoise De Smet. Como no se
pagaron las deudas, hace más de una década hubo un intento de remate, pero, con
la intervención del Senador Horvath, se condonó la deuda traspasando parte del
predio a la R.N. Lago Cochrane. Mientras, en
la Estrategia Regional de Biodiversidad, con participación ciudadana, se
determinó primera prioridad de conservación para ese valle, lo cual en rigor
implicaba su compra por el Estado para su protección. Sin embargo, sería la
Fundación Conservación Patagonica la que lo adquiere con ese fin cuando De Smet
decide vender la estancia (dicen seguía no siendo rentable), lo que provocó
otras ofertas por grupos de ultraderecha y que llevaron el precio a 10 millones
de dólares. Por lo que nos han dicho, quiénes laboraban ahí pudieron seguir
haciéndolo y con sueldos mejores.
Por último, si el P.N. Torres del Paine
mueve la economía de Natales ¿Por qué el P.N. Patagonia no podría provocar lo
mismo en esa zona? ¿Por qué no podrá ser posible el complemento y convivencia armónica de ganadería, turismo y
conservación del patrimonio, bien llevados, en forma sustentable y en
convivencia simbiótica y sinérgica?
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