POLITICA ENERGETICA REGIONAL
Peter Hartmann, Coordinador Coalición Ciudadana por Aisén
Reserva de Vida.
Estamos en racha de hechos históricos parece. A la Red de
Parques Patagonicos y creación de varios nuevos parques nacionales y al final
de HidroAysén y Energía Austral, más su devolución de derechos de
aprovechamiento de agua, ahora se suma
el lanzamiento de la Política Energética Regional de Aisén.
Con el riesgo de repetir cosas ya dichas, vale recordar que
gracias a la campaña Patagonia sin Represas y el aporte de estudios del Consejo
de Defensa de la Patagonia que mostraban la existencia de un gran potencial nacional en eficiencia energética y energías
renovables no convencionales y su viabilidad, y luego la formación de la Comisión
Ciudadana, Técnico Parlamentaria, llegamos adonde estamos hoy. Vale reconocer
que el actual gobierno supo recoger el guante y con su Agenda Energética en mano
logró reformar parte del sector
energético. Por cierto, podría haberse quedado en como funcionaba el sector antes,
arreglándoselas con las empresas entre cuatro paredes. Esa época en que las
empresas presionaban con “crisis” por mayores precios. Pero eso evidentemente significaba tratar de
tapar el sol con un dedo. Así fue como luego se logró terminar con el tripolio
eléctrico, con mayor competencia, la entrada en masa de las renovables no
convencionales y redundando en una sustancial baja de precios. También hubo algunos esfuerzos en eficiencia
energética y democratización, que pudieron ser mayores. Entre los temas
pendientes, quedaron la reforma a los sistemas medianos, como el de Aisén,
bajar la política de la leña a la práctica, buscar alternativas a los
combustibles importados y una mayor autogeneración.
En la Agenda Energética del gobierno aparece la formulación
de las políticas energéticas de las regiones de Magallanes y Aisén. Esto, en
buena medida porque ambas regiones habían mostrado serias demandas y conflictos
en ese sentido. El trabajo en esa política regional tomo tres años y sobre 40
talleres y reuniones técnico, participativos y requirió de insumos clave, ya
que buena parte de la información base prácticamente no existía. Si bien este trabajo
tuvo “de dulce y de agraz” y estuvo a la sombra de los megaproyectos de exportación
aun presentes y participantes en definir una política “para Aisén”, se lograron
grandes avances y consensos. Pensamos que si ese trabajo se hiciese ahora, sin
esas empresas desaparecidas presentes y en conocimiento de la nueva realidad
energética nacional en la cual es innecesario recurrir a los potenciales de
Aisén, seguro que la política habría resultado más regional. También nos parece
en ella aún falta trabajo en solucionar el tema de la “petrolización” de la
matriz, especialmente en el transporte y la dependencia regional de ese
transporte y petróleo.
Por nuestra parte, en el intertanto, hemos estado trabajando
en una propuesta energética para Aisén Reserva de Vida. Esto es, teniendo Aisén
Reserva de Vida como objetivo estratégico. Este trabajo colectivo para
fortalecer las prioridades ciudadanas, ahonda en un modelo alternativo de
desarrollo menos intensivo en uso de energía, la democratización energética, el
ahorro y la eficiencia. También en la autogeneración, el derecho humano al agua
y un mercado con 100% de renovables no convencionales.
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