LA GUERRA DE CHILE CHICO 2.0
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación
Aisén Reserva de Vida.
La “Guerra de Chile Chico” hace poco cumplió cien años y fue
una gesta épica del poblamiento de Aisén y que hizo historia. Su versión 2.0
mas bien parece ser una comedia de equívocos y confusión. De esas en que uno no
sabe si reír, tomarse la cabeza, o llorar. Y si hace cien años los actores eran, Von Flack y Cia. actuando
desde las sombras y enviando a los
carabinero, vs los pobladores colonizadores, algún diputado y el gobierno,
ahora la cosa esta mas enredada. Para unos el malo sería el gringo Tompkins
(que esta muerto hace rato) y “su sueño” (de regalarnos a todos los chilenos
un parque nacional), y los buenos, ellos mismos y las compañías mineras gringas
dirigidas por los señores S. Andrew O’Brien de la canadiense Mandalay
Resorurces y Damien Koerber de la australiana Equus Mining, actuando desde las sombras.
¿No le parece que la cosa es mas bien al revés y quienes perfectamente podrían
ser los Von Flack de la actualidad son estos últimos?
En esta guerra de comedia llevamos meses con declaraciones
anti parque porque afectaría a los pobladores vecinos y hasta un comunicado del
“Comité de Cesantes por el Parque”, cesantes de la minera Cerro Bayo, que por
su irresponsabilidad criminal llevo a la inundación de la mina Delia 2 con dos
mineros desaparecidos y que por incumplir su resolución ambiental tiene
inundada la mina Javiera. Para remate, su Declaración Ambiental para sacar el
agua de esa mina estaba tan mala e incompleta que aún no logran que sea
aprobada. Pero, la culpa “la tiene el parque que afecta a los campesinos”. Por
otra parte, en el territorio del parque, según el ministro de Bienes
Nacionales, hay cinco concesiones mineras de explotación y once de exploración.
La más polémica ha sido aquella de “Los Domos” de Equus Mining que fue
detectada en labores de prospección ilegal al interior de la Reserva Nacional
Jeinimeini, esto en las cercanías del geositio” Domo Valle Lunar” y Monumento
Nacional “Cueva de las Manos”. Extrañamente esta prospección no aparece en el
catastro respectivo de SERNAGEOMIN que tenemos a la vista.
Tras semanas de campaña dejando en claro que la guerra era
entre el parque y los campesinos vecinos, en el penúltimo capítulo de la
comedia de la semana pasada, aparece el Diputado Calisto explicando que el
problema es la ecología profunda que amenaza con hacer desaparecer a la
minería, que ya hay mas de 80% del territorio regional para conservación,
parque y reserva (según la Estrategia Regional de Biodiversidad es 52, 44%) y declarando
que es necesario dar trabajo: “ojalá hubieran nuevos descubrimientos de
minerales, de potencial minero y eso se pueda explotar con toda claridad, de
acuerdo a las reglas del sistema”. Al
día subsiguiente nos encontramos con que el mismo diputado está gestionando la
devolución del Chilesaurus diegosuarezi, ese que fue encontrado precisamente en
el área de alto valor paleontológico
amenazado por la minería y que se pretende proteger , y que por cierto no es el
único fósil que hay ahí. Y el otro terreno cuestionado es aquel donde la Equus
esta actuando al margen de la ley y amenazando otro lugar patrimonial. ¿Eso le
parece correcto Diputado? Definitivamente,
si bien nadie espera que Calisto se vuelva ecólogo profundo, aparte que lo que
está en debate es la sustentabilidad y no esa filosofía, al menos sería bueno
se informe bien sobre lo que se va a expresar y contribuya en cuidar el patrimonio
regional y nacional en vez de aquel de las transnacionales mineras.
El último capítulo de la “guerra 2.0” lo escriben algunas
autoridades municipales encabezados por el Alcalde Chile Chico, dirigentes
mineros, un campesino y un funcionario, que en su visita a ministros en
Santiago les entregan una carta, que conocimos a través de su publicación por
el sindicato de la minera Cerro Bayo. En esta carta expresan que su principal
problema actual como comunidad es la cesantía, que se entienden como cultura
ganadera, que la minería les significa desarrollo y ven el turismo como su
futuro. Luego agregan, que el sector minero esta en extinción y tendría una
vida útil aún de 20 a 30 años y es
necesario buscar alternativas de desarrollo y un plan de reconversión. También,
que los campesinos están
empobrecidos y “acechados por
compradores conservacionistas y animales introducidos (¿?)” (“nuestra presencia
irrita al extranjero”) y el parque es un problema al afectar a las actividades
campesinas y turísticas. Finalizan la carta asumiendo que no pueden evitar el
parque, pero que es necesario que sea algo planificado y amistoso con la
comunidad. La verdad es que el contenido
de esta misiva, aparte de algunas confusiones y exabruptos, es claro. Que están desesperados ante la
cesantía (provocada por la minería) y que a ésta no le ven futuro, aunque aún insisten
en agarrarse a ella como salvavidas, y que el campesinado esta empobrecido (una
crisis estructural) y que ven el futuro en el turismo. Coincidimos en este
diagnóstico, aunque pensamos que la solución no es con más de lo mismo y que la
transición debe ser mas rápida. También coincidimos en que el turismo comunitario
puede ser parte de la solución y que es necesario el parque sea algo
planificado y amistoso con la comunidad, en lo que no vemos mucha contradicción
con lo que ya sabemos de él, pero en lo
que la comunidad esta desinformada. De
hecho, el plan de manejo del parque deberá ocuparse de estos aspectos y el
gobierno y demás autoridades harían bien en contribuir en informar a la
comunidad y en trabajar en pos de la reconversión. No se pueden quedar en solo echarle
la culpa al gobierno anterior.
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