BALANCE AMBIENTAL 2018
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación
Aisén Reserva de Vida.
Cuando Ud. se esto ya va a ser el año 2019. Escribimos este
balance a fines del año anterior, un balance que nunca esta demás hacerlo.
Para nosotros, el meollo del 2018 estuvo en la constatación
plausible de como el artículo 19, 8º de la Constitución, ese
que dice “El derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Es
deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la
preservación de la naturaleza. La ley podrá establecer restricciones
específicas al ejercicio de determinados derechos o libertades para proteger el
medio ambiente”, es
letra muerta. Y se pudo apreciar en toda su dimensión en Quintero Puchungavi,
el humo de Coyhaique, el recorte minero al Parque Nacional Patagonia y las
salmoneras instaladas en el Parque Nacional De Agostini y el Santuario de la
Naturaleza de Quitralco.
Así como tal vez la mejor
noticia del 2018 haya sido que se promulgaron tres nuevos parques nacionales y
el Área Marina Costera Protegida de Tortel para Aisén, entre lo peor estuvo
restar 2.309 hectáreas de terrenos fiscales priorizados para la conservación de
la biodiversidad y con un gran potencial de sitios arqueológicos y
paleontológicos al Parque Patagonia, ante el lobby de la Equus Mining y su
proyecto “Los Domos”, único regional en el listado de la “Oficina de Proyectos
Sustentables” del ministerio de Economía. Rotundo contrasentido, ya que si de algo
hubo demostración fehaciente el 2008 fue de la in-sustentabilidad minera, con
multas por incumplimiento de resoluciones de calificación ambiental, cierre de
faenas por insolvencia, cesantía y el fallo condenatorio por la muerte de dos
mineros en la mina Delia 2. Para remate, el gobierno hizo bypass a la
Estrategia Regional de Desarrollo con un “Plan de Desarrollo” (reemplazo
suponemos del PEDZE), en el cual sin participación ciudadana alguna, metió la
minería como actividad relevante.
En energía y
descontaminación terminamos el año sin que se promulgase la Política Energética
Regional y el Plan de Descontaminación PM 2,5 de Coyhaique. Peor aún, la
contaminación del aire de Coyhaique se convirtió en tema de controversia política,
en el cual prácticamente el trabajo participativo energético de tres años paso
a fojas cero, con lo que se está perdiendo un esfuerzo y tiempo tremendo sin
resolver nada de lo que los afectados esperamos; soluciones de fondo y se
respete nuestros derechos constitucionales.
Otros importantes temas “trancados”
son aquel de la protección de glaciares y las modificaciones al Código de
Aguas. También nos ocurrió con los nuevos límites del Monumento Nacional Paso
San Carlos, aprobados unánimemente en enero por el Consejo de Monumentos
Nacionales, pero que la ministra de Cultura y Patrimonio aún no se digna
en decretar.
En biodiversidad, por un
lado contamos con nueva Estrategia Regional y por el otro se entrega y aprueba
proyectos vía declaración en partes de un sitio prioritario de conservación a
las mineras. Y cuando aún estábamos contentos con el Decreto 25 del ministerio
de Agricultura, que exigía planes de manejo de la extracción del musgo Sphagnum
(Pompon), el lobby de las exportadoras consiguió que el gobierno pospusiese su
entrada en vigencia para el próximo año, con lo que están arrasando con varias
turberas. Por lo demás ahí, por artículo 10 de la Ley del Medio Ambiente
debiera existir evaluación ambiental, lo cual estamos haciendo presente a la
Superintendencia respectiva. En cuanto a los huemules, seguimos constatando
como ganado con estado sanitario deficiente les transmite sus enfermedades,
incluso en lugares emblemáticos como el PN Torres del Paine y Reserva Niblinto
su población mas nortina.
En el tema salmonero,
aparte de lo ya mencionado, seguimos constatando como la marea roja se vuelve
peor cada verano, que siguen los problemas con el ISA y que seguimos
denunciando innumerables operaciones ilegales y a la SMA.
Finalmente estamos
contentos y posiblemente es nuestro mayor logro del 2018, la publicación de
nuestro libro “Aisén Reserva de Vida, testimonio de un arquitecto
ambientalista” que sistematiza muestra nuestro trabajo de mas de treinta años
en la región.
¡Qué el 2019 sea un muy
buen, ambiental y sustentable año!
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