A MAS DE DOS SEMANAS DE INCENDIOS
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación
Aisén Reserva de Vida.
A dos semanas y 3 o 4 días del inicio de los incendios en
Bahía Mansa y Colonia Sur estos siguen siendo noticia y han dado para de todo. Aunque
los esfuerzos de olvidarlos por algunos son grandes. ¿Por qué no somos noticia
para los medios nacionales? Y la principal pregunta es hasta que punto la
lluvia de la madrugada del lunes los apago realmente. En todo caso, esa lluvia
y la que anuncian para estos días es la oportunidad para darle fin a esos
incendios, no para retirar los medios. Y francamente, por acá pensamos la
lluvia es la salvación; a tanto que parece ser que más rinde una rogativa para
hacer llover que las soluciones tradicionales. Esas en que dependemos de la
venia centralizada y de la precariedad y desinterés nacional.
Respecto al origen y finalidad (si lo tuviese) de los
incendios circulan las mas diversas hipótesis (porque no son teoría) de la
conspiración. Una búsqueda de culpables que a veces parece caza de brujas.
¿Quién está detrás e interesado en esos incendios? Ya en el mega-incendio
anterior en la zona Centro-Sur había quienes culpaban a los “terroristas mapuche
y las FARC”, lo cual parece repetirse. Mientras la única culpable comprobada de
provocar fuego esa vez resulto ser una empresa eléctrica. Del mega-incendio en
el litoral regional de 1998 (sobre 30.000 Has.) nunca se encontraron
responsables. Y ahora, se culpaba a turistas del fuego en Bahía Mansa y en Colonia
Sur se habla de una botella haciendo lupa y la posibilidad de un roce. Mientras,
en las redes sociales se sindica a las mineras, a Mininco, a la especulación
inmobiliaria y hasta a una conjura para resucitar HidroAysén. La verdad es que
de que sepamos al menos, en estos casos y lugares no hay mineras rondando y la
franja “mineralógica” está más al oriente, a lo largo de la frontera (por algo
el tratado Frei –Menem) ¿O es que pretenden
explotar el mármol? E HidroAysén difícilmente es resucitable ya que Enel se deshizo
de sus derechos de aprovechamiento de agua. Claro, puede pedirlos de nuevo,
pero se ve muy poco probable que lo haga ya que el boom energético y más bajos
costos están en las renovables no convencionales. En cuanto a la forestal
Mininco de los Matte, si bien tras la erupción del volcán Hudson se
aprovecharon para comprar predios baratos y plantar pinos con bonificación del
DL 701, últimamente están bastante inactivos; desde el 2010 no han plantado,
claro que justamente porque el precio de los campos se fue a las nubes. En todo
caso no se ve muy probable les pueda interesar lugares tan lejanos. Que alguien
esté tratando de bajar el precio a los campos para hacerse de ellos como
negocio es posible, pero un campo quemado tampoco es muy interesante. Bueno ¡seguro
habrán otras hipótesis más!
El otro tema que nos ha dado para reflexionar, es la demora
y precariedad para enfrentar estas emergencias y en esto también hay conjeturas
varias. A nuestro parecer se debe precisamente a que como país y región
seguimos sin estar adecuadamente preparados, sin la prevención y rapidez
necesaria. No puede ser, por ejemplo,
que una región de 108 mil Has., la con la mayor cantidad de áreas silvestres
protegidas y de valioso bosque nativo del país, cuente con solo un helicóptero
apagador de incendios, que existan solo unas pocas motobombas (defectuosas),
que no haya combustible para aeronaves en todo el sur de la región y que el Ten
Tanker tenga que abastecerse en El Tepual a hora y media de distancia. A eso se ha estado sumando que hay incendios
y otras catástrofes en varias otras partes del país y definitivamente Aisén no
es prioridad nacional, ni nuestras autoridades han tenido capacidad de ñeque
como para conseguir recursos a tiempo. En cambio, han estado desaparecidas o
constantemente bajándole el perfil al problema, a tanto que ya van dos
declaraciones desafortunadas del propio Presidente en ese sentido. Y a veces hasta nos da la impresión de que la
demora es a propósito, para que el incendio “valga la pena”: o por el esfuerzo
y gasto involucrado y hasta como negocio. Porque, ¿se han fijado que últimamente en nuestro país
todo se convierte en negocio? De hecho los helicópteros, Ten Tanker y otras
aeronaves se arriendan a alto precio (habría que ver a quienes, mientras
“olvidan” parte de los medios que ofrece la FACH), el líquido retardante ese
tan importante (cuando sobraba agua del lago y rio más grandes del país)
alguien lo vende, hay mucha logística contratada, como miles de litros de agua
santiaguina embotellada, como si acá no la hubiese, y así. ¿Por qué será que los
incendios y otras posibilidades catastróficas de nuestro país no son también
considerados como seguridad, soberanía, riesgos nacionales y se invierte en su
defensa como sí se hace ante hipotéticos enemigos externos?
Finalmente, ya parece de antología la diferencia que hay
entre cifras de medios disponibles y superficie en los incendios, dependiendo
de quien las de. Y esas diferencias no son menores. La credibilidad en estas
cosas es básica y jugar con ella es algo que se paga caro.
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