DE LAS 5000 HECTAREAS
Y EL AGUA A PERPETUIDAD
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación
Aisén Reserva de Vida.
No sin asombro hemos visto como de repente aparece toda una
campaña en las redes sociales respecto a que el gobierno le habría pasado 5000
hectáreas del Parque Nacional Patagonia a una minera y ante las expresiones del
ministro Fontaine de Obras Públicas, que primero se pronuncia por que los
derechos de aprovechamiento de agua sean a perpetuidad y ante el escándalo que causó, se corrigió a
que es a tiempo indefinido. En el fondo, lo mismo. Y el asombro es porque ambos
temas para nosotros ya estaban prácticamente superados y sobre ellos ya nos
referimos y escribimos varias veces. Pero parece ahora los descubrió alguien que
no había estado en el debate y eso justo en época de vacaciones.
La verdad es que cuando se intenta armar polémica con
verdades a medias es medio peligroso, porque se puede perder credibilidad y eso
no contribuye a la causa. Es más, eso puede sepultar una causa lo cual no nos
conviene.
Ahora, si bien son casi 5.000 hectáreas las que el actual
gobierno le recortó a la superficie original del Parque, la verdad es que
fueron aun más, pero a su vez le agregó otras cuantas, incluso un terreno del
Ejército, suponemos con el fin de que no quedar demasiado mal. O sea, en parte
hubo un cambalache. Y las casi 5000 (exactamente son 4.917) no fueron todas
para la minera Equus, el terreno fiscal por el cual esa minera, el alcalde de Chile Chico, los dirigentes mineros y finalmente el
Senador Sandoval, estuvieron haciendo
lobby, tiene 2.309 hectáreas. Tenemos algunas dudas de si en parte de las demás
hubo intereses mineros de por medio, lo cual es posible, pero que sepamos, no
fue la Equus.
En cuanto a lo de los
derechos de agua perpetuos –indefinidos, por lo que logramos entender, el tema viene del intento en modificar el
Código de Aguas, lo que se discute en el Congreso ya por años y en lo que los
terratenientes y las mineras han logrado su objetivo de evitar cambios en lo
que ellos entienden sus derechos adquiridos. Al punto que han levantado el argumento de que se les pretende
expropiar el agua a los campesinos, lo cual es falso. La cuestión es que el Código
de Aguas de Chile es el mas neoliberal del mundo y que Chile es el único país del mundo donde la
propiedad del agua es privada. Es más, se supone el agua en nuestro país es un
“bien nacional de uso público”, pero en estas cosas dignas de la hipocresía
nacional, al mismo tiempo es una mercancía; es cosa de entrar en la página web
de la Dirección General de Aguas, la misma que debiera ser la
“cuidadora” del bien nacional y lo primero con lo que uno se encuentra es con la
sección “mercado del agua”. Y el que los derechos sean perpetuos es desde que
se diseñó este Código en la dictadura y que en lo que refiere a la propiedad
del agua se ampara en la Constitución del 80. O sea, el ministro dice nada nuevo, desde
entonces ha sido así y solo lo refrenda y deja en claro que este gobierno no
tiene intención, ni interés en que eso cambie.
¿Entonces la solución es nacionalizar el agua como proponen algunos? La verdad es que el agua es nacional (si es
que el agua puede tener nacionalidad) y
el fondo del problema es que debe volver a ser un bien nacional de uso público
real ¿No hay políticos como para solucionar eso? Ah y seguro que se encontraran
con que hay que modificar la Constitución para solucionar el tema de la
propiedad perpetua del agua.
En todo caso, para
nosotros el agua no solo debe ser un bien nacional de uso público (no solo en
el papel) y eso en beneficio de prioridades básicas, sino que debe ser
considerada un derecho humano y un bien común.
Más aún cuando una de las consecuencias del Cambio Climático es precisamente en la total
alteración de los regímenes hídricos y la sequía en amplios territorios. Respecto a lo anterior, vale recordar que hay
cientos de comunidades que deben ser abastecidas de agua por cisternas en
verano, que hay lagunas desaparecidas, que hay ciudades con problema de
abastecimiento de agua, mientras la minera vecina no, que hay ciudades que para
abastecerse dejan sin agua a otros usuarios, que hay mineras, industrias (y
plantaciones industriales) que dejan sin agua a los demás y que eso se ha
estado tornando cada vez peor.
Finalmente, es necesario recordar que la gestión integral del
agua va bastante mas allá de captar ese elemento, que para algunos se está
perdiendo si no lo usa alguna empresa, gestión que debiera llegar incluso a
cuidar los microclimas locales, los bosques nativos, los glaciares, la
absorción y recarga de napas, el reciclaje y el uso sustentable y cuidadoso. No
estaría mal además acordarnos de los servicios ecosistemicos de las cuencas.
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