DE LA CUMBRE
CLIMATICA AL TRIBUNAL INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS DE LA NATURALEZA
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación
Aisén Reserva de Vida.
Lindo broche de fin de año, y que nos costó un gran esfuerzo,
fue nuestra participación en la Cumbre de la Sociedad Civil por la Acción
Climática y el 5° Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza,
ambos realizados la semana pasada en Santiago.
Mientras algunos ambientalistas y políticos chilenos se iban
a la COP 25, esa que se tuvo que trasladar de Cerrillos a Madrid y figuraban
desde allá, otros “el pueblo” como decían ahí, nos juntamos igual en cumbre
climática en el Centro Cultural Tío Lalo Parra, allá al poniente de la capital,
al lado del fantasmagórico y bastante desértico ex aeropuerto (¿Qué imagen se
pretendía transmitir ahí a los participantes de la COP 25?). En ese Centro Cultural se sucedían más de 150
actividades, entre las cuales estuvieron las nuestras, con participación de
Miriam Chible (Corporación Chelenko), Rayén Cayén de Puro Ibáñez, Feisal Ahuile
(Fecunda Patagonia), Erwin Sandoval y Patricio Segura (CODESA) y quien escribe,
sobre el impacto de la minería, la propuesta Aisén Reserva de Vida ante la
emergencia climático ecológica, Patagonia Patrimonio de la Humanidad y nuestra
propuesta energética.
Y el jueves 5 estuvimos desde temprano en el Tribunal ya
mencionado, que sesionó en un moderno auditorio de la Facultad de Ciencias
Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. La verdad es que fue una
experiencia memorable, de lo mejor del año. Todo comenzó con una ceremonia a la
Madre Tierra por una machi Mapuche en el jardín. Para luego, en el auditorio,
presentar a las personalidades que componían el Tribunal, presidido por Yaku Pérez
(líder indígena Kichwa, abogado ambientalista ecuatoriano) y Maristella Svampa
(socióloga y filósofa argentina), Alberto Acosta (abogado que fue presidente de
la Asamblea Constituyente de Ecuador), Nancy Yáñez (abogado ambientalista y de
derechos humanos de la U. de Chile), Raúl Sohr (sociólogo, periodista analista
internacional chileno), Antonio Elizalde (sociólogo, ex Rector U. Bolivariana,
de Chile) y el Fiscal de la Tierra, Enrique Viale (abogado ambientalista
argentino). En todo caso, estos “jueces” fueron “de lujo” y nos regalaron más
de una intervención de antología, por contenido y emoción, de esas a que casi
ya no estamos acostumbrados. No menor
fue el excelente trabajo de la secretaria del Tribunal, Natalia Greene (de
Ecuador), quien además tuvo la ardua labor de orientarnos, organizar y
coordinar nuestra participación.
Así fue como ante ese Tribunal se presentaron los casos
chilenos centrados en el tema agua, “Minería del Litio en Atacama”, “Amenazas a
la Patagonia Reserva de Agua y Vida”, “Privatización del Agua como objeto en
Chile”, más casos de la Amazonia brasilero boliviana (quemas) y Vaca Muerta en
Neuquén, Argentina (fracking), para finalizar en un alegato por el Fiscal, el
veredicto del Tribunal acogiendo los casos y una ceremonia del agua. Agua
traída de cada lugar participante y por cierto del Lago Chelenko, Pto. Ibañez,
Mañihuales, Pto.Natales, Pto. Williams y Coyhaique.
El caso patagonico consistió en una presentación general del
contexto geográfico, legal y de las amenazas, por parte de quien escribe, mas
las explicaciones de las y los expertos Patricio Segura y Erwin Sandoval (agua
y minería), Miriam Chible (agua y turismo), Victoria Belemmi de FIMA (agua y
salmoneras en Magallanes), Juan Carlos Cárdenas de Ecoceanos (salmoneras) y las
afectadas de los pueblos originarios Kawésqar, Leticia Caro y Yagán, María
Luisa Muñoz, mostrando su realidad y visión. La verdad es que todas(os)
estuvieron de alto nivel, muy convincentes, más la emoción que aportaron las
amigas Kawéskar y Yagan que nos sorprendieron con su mensaje. En todo caso,
nuestra presentación mostró principalmente como el Estado chileno suele ser
parte y cómplice en los atentados a los derechos de la naturaleza y el
genocidio de los pueblos originarios y suele estar ausente a la hora de
fiscalizar y evitar, remediar y restaurar los daños de la colonización
extractivista, la que hoy en buena parte esta en manos de transnacionales.
El veredicto del Tribunal, leído por Antonio Elizalde, fue
en acoger el caso y nuestras demandas, efectuando un llamado al Estado de Chile
en cambiar su actitud ecocida, respetar sus propias regulaciones y las áreas
protegidas, respetar y efectuar consulta previa a la comunidad involucrada, tomar
medidas de precaución e introducir elementos de justicia restaurativa reparando
daños. Además condena moralmente a empresas mineras y salmoneras en asumir
costos de externalidades e insta al Estado en generar condiciones para que la
nueva Constitución consagre los derechos de la naturaleza.
Otro momento memorable, fue un homenaje por parte del
Tribunal y la alocución de Humberto Maturana, en dejar aparecer los derechos de
la naturaleza en la convivencia amorosa con ella.
Finalmente, entre lo que podemos transmitir por ahora
mientras aún estamos fuera de la región, también vale asumir que el importantísimo
tema de los derechos de la naturaleza o de la Madre Tierra para nosotros
también fue novedoso y todo un gran aprendizaje, que por cierto internalizaremos
y transmitiremos.
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