A PROPOSITO DE PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD EN LA PATAGONIA
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación
Aisén Reserva de Vida.
Vamos a sacar del sombrero un tema veraniego y turístico. No
se puede negar que los vecinos argentinos son harto más movidos que nosotros
para muchas cosas. De ahí leemos sobre que Bariloche es uno de los mejores
destinos turísticos mundiales, que la Patagonia es el mejor lugar del país para
vivir y que quince de sus ciudades tienen la mejor calidad de vida, y cuatro
son las más hospitalarias. Así también es como nos encontramos con el artículo
“La Patagonia es la región del país con más Patrimonios de la Humanidad”. Esos
son los de Patrimonio Natural: Parque Nacional Los Glaciares (1981), Península
Valdés (1999), Parque Nacional Los Alerces (2017), y Cultural: Cueva de la
Manos (1999). ¿Y cuántos Patrimonios de la Humanidad UNESCO
hay en la Patagonia chilena? ¡NI UNO! ¿Es
que acá hay nada de valor como para eso? Valga la explicación de que la lista
de Patrimonio Mundial (o de la Humanidad) de UNESCO es un legado de monumentos
y sitios que contienen gran riqueza cultural o natural que le pertenece a toda
la humanidad. Tienen función de hitos, símbolos, de la toma de conciencia de
los Estados y de los pueblos acerca del sentido de estos lugares y transmitir los patrimonios a las
generaciones futuras. Por cierto también sirve para ponerlos en valor
turístico. A lo mejor es por esto que Chile
cuenta con NI UN sitio de Patrimonio Mundial Natural y solo tiene seis sitios
culturales. Entonces, más que no los halla, es que en Chile no hay mucha
conciencia e interés sobre y en esto.
Así es como vale recordar, que en el 2003 el Consejo de Monumentos
Nacionales encomendó a CONAF elaborar un expediente a ser presentado a UNESCO
del sitio de Patrimonio Mundial Natural “Archipiélagos y Hielos Patagonicos”. El
sitio comprendía los parques nacionales Torres del Paine, Bernardo O’Higgins,
Laguna San Rafael, las reservas nacionales Alacalufes, Katalalixar, un pedazo de
Las Guaitecas y el Archipiélago Madre de
Dios (Fiscal). El expediente fue presentado al Ministerio de Relaciones
Exteriores en 2007, ahí le hicieron algunas observaciones simples de corregir. En
ese entonces la propuesta contaba con el apoyo del Senado, la ministro de Medio
Ambiente, el Gobierno Regional y CORE de
Aysén, varias organizaciones no gubernamentales regionales, nacionales e
internacionales y miles de personas con sus firmas. De ahí en adelante, cuesta saber que pasó; de
lo poco que sabemos, es que entre la entonces Directora de CONAF, Catalina Bau,
(esposa del tristemente célebre lobysta Enrique Correa) y la ministra de
Agricultura DC Marigen Hornkohl anduvieron
jibarizando la propuesta a solo el P.N.
Torres del Paine (que ya es Reserva de la Biósfera y ya había sido postulado).
De ahí cambió el gobierno y con el
Senador Horvath intentamos de conversar con el presidente Piñera sobre el tema,
pero éste nos derivó a la ministra Ena Von Baer, la cual encontró interesante
la propuesta y prometió moverla, pero no
supimos más. Esto en medio de la batahola Patagonia sin Represas, en que
Horvath y nosotros estábamos de un lado y el gobierno y presidente del otro. Al salir electa en el 2014 la presidente
Bachelet quien nombra de Director de
CONAF al ex tesorero de CODEFF, Aaron Cavieres, nosotros pensamos que al fin
teníamos todas las condiciones para que
se entregase ese famoso expediente a UNESCO. Pero, por desgracia no fue así. En CONAF había
fallecido quien tenía a cargo el tema, al punto que tuvimos que hacer
reaparecer el expediente mediante ley de transparencia (estaba en CONAF Regional Aysén). Vía
transparencia también, averiguamos que el ministerio de Relaciones Exteriores
tenía la mejor disposición y dejaba en claro que era CONAF la que no había
hecho su parte. De ahí conversamos
varias veces con A. Cavieres, quien prometió de todo y hacia nada y con Ángel
Cabeza, Director de la DIBAM, que
intento mover a CONAF, sin éxito. También conversamos con el ministro de Medio
Ambiente de entonces, Badenier, quien se mostró interesado y dijo averiguaría
los pormenores. A esas alturas nos preguntábamos ¿Qué estará pasando? ¿Por qué
tanta complicación en algo en que Chile conseguiría su primer sitio de
Patrimonio Mundial Natural y mostraría consecuencia ante el cambio climático y
la protección ambiental? Y la respuesta
la tuvimos cuando la presidenta Bachelet y Cristine Mac Divitt firmaron, en marzo 2017, el protocolo de acuerdo para la
Red de Parques Nacionales de la Patagonia en el Parque Pumalin. Al lunes siguiente, en el consejo de gabinete en
La Moneda, el ministro de Economía L.F. Céspedes le recriminó a la presidenta de como se le
ocurría firmar un acuerdo en el cual se declaraba Parque Nacional Kaweskar la
entonces Reserva Nacional Alacalufes, porque ese lugar lo tenía comprometido a
los salmoneros. De ahí en adelante fue
el Consejo de Ministros (“por la sustentabilidad”, donde entre Economía, Minería,
Hacienda, OOPP, Energía, le ponen la bota encima a toda iniciativa con cara de
ambiental, defendiendo los intereses empresariales), el que hizo lo posible por
“salvar” el mar Kaweskar para las concesiones salmoneras. Ante este panorama ¿tenía algún sentido
insistir con el actual gobierno, que claramente prefiere mineras y salmoneras
insustentables, al turismo sustentable y cuidar el ambiente y patrimonio?
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