LA
MEGA CRISIS
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén,
Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.
Unas semanas atrás nos referíamos a la
actual situación nacional y también mundial, comparándola con las “siete
pestes”. Así como esa situación bíblica tenía sus porqués, la actual mega-crisis
indudablemente también las tiene. En esto la contingencia de la crisis
pandémica esta enmascarando por un rato las demás: la emergencia climática y sequia,
el peligro de sexta extinción en masa, la política y económica, la energética,
la cuarta revolución industrial. Aunque indudablemente también tiene harto que
ver con ellas. Y no es que no estemos advertidos, pero enfrentar este enjambre de crisis es complejo y
significa cambios evolutivos muy profundos que el sistema de poder dominante
actual no esta dispuesto a llevar a cabo. La política y economía funcionan al
corto plazo y los cambios estructurales y culturales son tarea lenta y que los
de arriba no están dispuestos en afrontar. ¿Han visto alguna vez que los que detentan
el poder y viven en un mundo paralelo, estén dispuestos a soltarlo así tan
fácilmente? O sea, los cambios, la
evolución, tendrá que venir desde abajo, desde la sociedad civil.
Ya hace décadas unos parientes alemanes (QEPD)
ya estaban conscientes en que su modo de vida del “primer mundo” no era
sustentable y que todo indicaba que debían bajar sus estándares, pero que
ningún político estaba dispuesto a decírselo a sus votantes, acostumbrados a
las promesas de “mayor bienestar” entendido como mayor consumo. Y en EEUU de N.A.
país que se traga la mayor parte de los recursos y energía del planeta, es aún peor.
Y ahora para remate, tenemos a los chinos en lo mismo y hasta con aspiraciones
imperiales. ¡Evidentemente el planeta no resiste tal embestida!
Si las siete pestes tenían una causa, la
mega-crisis actual también las tiene. No es llegar y contravenir las leyes ecológicas
y de la naturaleza así no más. No es llegar y abusar de la Madre Tierra así tan
libremente. No es llegar y jugar con la esencia de la vida y la materia. No es
llegar y deforestar, traficar especies y abusar de la fauna provocando zoonosis.
No es llegar y sobreexplotar al planeta por sobre sus limites de reposición.
Por lo visto, la causa última de la mega-crisis es que nuestra civilización
actual del desarraigo y crecimiento ilimitado está tocando techo. Y lo mas
increíble es que pretende salvarse con una fuga hacia adelante, hacia la
inteligencia artificial, la robotización, la artificialización, los
transgénicos, la nanotecnología, la “tecnología verde”, llenarnos el cielo de
satélites y ondas magnéticas. O sea, con más o peor de lo mismo, como si esto
no tuviese límites. Entre otros, por ejemplo, en lo energético, porque también
los tiene en lo social. En ese tema, el documental “Planet of the Humans”
de J. Gibbs, M. Moore y O. Zehner (aunque pueda tener algunos errores) deja en
claro que no es llegar y cambiarnos a autos eléctricos, tecnología verde y
energías renovables y seguir de parranda igual a como antes, porque todo eso
tiene su costo y huella de producción en energía (no renovable), gases, agua, minería
y bosque. Y así y todo, si se mantiene el cada vez más alto consumo de energía,
las renovables no alcanzan a suplir la demanda. Para ellos, (los del docu), el
problema es el explosivo aumento de la población humana sobre el planeta. En
términos biológicos, toda una plaga. Pero también esta que esos humanos cada
vez necesitan más recursos y energía si pretenden vivir al estilo derrochador
gringo, cada vez más artificial De hecho, son pocos humanos y pocas empresas
las que en su codicia infinita e irresponsabilidad tragan demasiados recursos y
provocan la mayor parte de la contaminación. Mientras que a buena otra parte de
la humanidad, muchas veces “zona de sacrificio” tampoco le llegan los
beneficios de tanto malgasto y abuso. En el caso latinoamericano y nuestro,
vale agregar la dependencia tecnológica y por lo tanto económica y política.
Y en lo de las causas y sus consecuencias,
esto no se trata de dioses castigadores ni Gaias vengativas, ni conspiranoia, se
trata de no entender la lógica natural, de infringir ordenes cósmicos, de
alterar equilibrios. ¡Si manejas a 200 Km/hr. en un camino rural peligroso, no
es necesario un carabinero pasando partes para desbarrancarse! Y al final de
cuentas como es archi sabido, es la naturaleza la que hace lo posible, de múltiples
formas, por recuperar el equilibrio. Es cosa de ver como busca proteger y cubrir
un suelo desnudo y lo protege del viento y ganado erosionador, con neneo, mosquetas,
quilas, matorral de ñire, coigües, pangues, además de pumas y zorros.
Entonces, como ya lo hemos escrito antes y
lo dicen los expertos en estas materias, definitivamente debemos revisar
nuestra forma de habitar y relación con el planeta y nuestro modo de vida. ¡En
esto Aisén, Reserva de Vida aún tiene la
oportunidad de ser un buen ejemplo de glocalización J.(Rifkin) y cultura en
equilibrio!
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