Antropocentrismo, Liberalismo, Cinismo
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.
Hace rato que andamos reflexionando sobre resabios o lastres que nos van quedando pegados desde la época de la Edad Media. Entre ellos, esto de creernos los humanos el centro del Universo, lo que hoy en día se denomina elegantemente antropocentrismo. Vale recordar, que no estar de acuerdo con esa creencia en aquella época (la E. Media) le costo la vida a más de algún científico, cuando demostraba que la Tierra no era el centro. Antropocentrismo, que sale a lucir cada cierto tiempo, especialmente en sectores cristianos conservadores, entre ellos los que insisten en la acepción aquella de que el Genesis dice que Dios les dio la Tierra y lo que hay en ella para dominarla y hacer lo que quieran. Por cierto, esa visión medieval fue superada hace rato por la Teología de la Administración. ¡Y esto de creernos el “hoyo del queque” también!
Lo más probable, es que ese sector sea también parte de aquellos que hoy reniegan del cambio y emergencia climática y las crisis de contaminación y biodiversidad y lo consideren un engaño. Eso, aunque abunde la evidencia científica y empírica de aquello. Pero no, ellos no creen en la ciencia, se creen solo a si mismos, a sus dogmas, a la propaganda “fake” de intereses económicos, como aquella de las petroleras. En definitiva, en el dios dinero. Prácticamente una religión, una ideología. Así es como, mientras felices apoyan la guerra y armamentismo, bloquean toda posibilidad de que les echen a perder el negocio en el Consejo de Seguridad de la ONU y sabotean toda posibilidad de avance efectivo en las COP climáticas. Bussines is bussines”. Porque para que estamos con cinismos, a este tipo de gente lo único que les interesa, es seguir ganando millones, como si pudiesen llevárselos a la tumba. Millones, que claro, algo chorrean y contribuyen a algunas economías ¿A que precio y con que ética? Porque nada es gratis en este mundo.
Y aquí nos permitimos otra reflexión. Hace años leyendo “Lo Pequeño es Hermoso” de E.F. Schumacher, éste hacia ver los valores inmorales en que se funda el liberalismo de Adams (codicia, egoísmo, competencia). Ese cruel liberalismo de mercado que alguna vez espantó al ex presidente Aylwin. Un liberalismo materialista igual al marxismo, donde no importan mucho las personas ni la vida sobre el planeta. Liberalismo que hoy en su versión neo permea al capitalismo y que a estas alturas ya tiene “infiltrado” todo, desde la Justicia, la policía, hasta las Fuerzas Armadas, en donde pasa a ser mas importante ganarse algunos millones extras, que el honor, servir a la Patria, intereses nacionales y hacer justicia. A tanto, que hasta nos encontraremos fácilmente con autoridades y personalidades justificando dineros del narcotráfico porque contribuyen a la economía. O a quienes les guardan las espaldas a los narcos y corruptos. Quien hace y justifica eso, evidentemente así también pasa a ser corrupto.
Es el mundo en que el dinero significa poder, también en la política y por lo tanto mantener la sartén y medios de comunicación por el mango. ¿Se han fijado como la TV pone pauta, por ejemplo, en sembrar miedo, el que luego la política administra?
Vale agregar a este panorama la parte geopolítica, en que las potencias imperiales buscan aumentar sus influencias ¿A cambio de qué? ¿Que rol juega Chile y en ello Aisén en esto? ¿Para que lado juegan estos personajes que alardean con banderitas y patrioterismos (¡contra la ONU!) mientras rinden pleitesía al “mono mayor” y trabajan para las transnacionales?
Finalmente, este tipo de personajes como si fuese poco, además, ningunean a los pueblos originarios creyéndose ellos (como colonos) los primeros y únicos válidos dueños del territorio.