PROPUESTAS ANTE LA CRISIS

Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.
Actualmente nos encontramos en un periodo y proceso de propuesta ciudadana para salir de y solucionar temas que llevaron a la actual crisis nacional. Entregamos aquí algunas propuestas.
La contingencia suele hacer complejo el entender el fondo de lo que ocurre, y el fondo a nuestro parecer es que tras 30 años de democracia siguen vigentes la columna política, la Constitución, y la columna económica, el modelo neoliberal, implantados por la dictadura. Y por lo visto, también la forma de enfrentar las crisis, con represión y atropello a los derechos fundamentales. Y  tal vez el efecto más nefasto de lo anterior, son la normalidad e impunidad, convertidos prácticamente en una cultura de la corrupción, el saqueo y evasión, partiendo por aquellos que deben dar el ejemplo.  ¿Cómo salimos de esto? ¡Con voluntad y un profundo cambio cultural!
Desde las organizaciones no gubernamentales que componemos la Sociedad Civil de Acción Climática pensamos en que la crisis social, es también ecológica y que necesitamos Asamblea Constituyente y una Constitución democrática  la cual debe asegurar: – Desarrollo económico sustentable, sin lógicas extractivistas ni mercantilización de la naturaleza. – Acceso al agua para todas las personas y los ecosistemas, siendo este un derecho humano. – Fin a todas las Zonas de Sacrificio que hoy existen en Chile, asegurando que todas las personas, sin distinción, tengan derecho a la vida y la salud.
La crisis del modelo nos vuelve a recordar que el objetivo económico nacional no puede ser el crecimiento, el del sistema financiero  internacional, de los paraísos fiscales, del extractivismo y de la riqueza de unos pocos, donde las personas pasan a ser un número, “capital humano” y consumidores  y se profundiza la desigualdad.  El objetivo debe ser el desarrollo integral y sustentable, donde la finalidad sea la calidad de vida, una vida más plena, la felicidad y dejarle un mundo mejor a nuestros hijos y nietos. Paradójicamente en una de las estaciones del metro, donde comenzó la actual revuelta, hay una leyenda mural que dice algo así como “¿de que nos sirve tener progreso material si no nos hace feliz?”. Entonces ¿de que nos sirve que engorde el sistema financiero, el lucro y el extractivismo, si nos mantiene descontentos y sin devolvernos  los frutos de nuestro trabajo? ¿Es que es un orgullo estar entre los diez países con mayor desigualdad del mundo, donde todo cuesta como en Europa, pero los sueldos son del tercer mundo. Vale recordar que las AFP usufructúan de 112 billones de pesos “nuestros”, de los cuales 44% están invertidos en el extranjero, a veces en empresas de dudosa reputación, y en las empresas de los grupos económicos concentrados y bancos nacionales. Vale recordar, que según antecedentes de la ONU la minería en Chile evade 44 mil millones de dólares anuales, a vista y paciencia de las autoridades nacionales, lo cual equivale al 60% del presupuesto nacional. A su vez CODELCO ha “perdido” en los últimos años, en negocios poco transparentes,  en ventas a futuro y especulaciones, sobre 14.500 millones de dólares. Vale hacer presente que este tipo de información no suele aparecer en los medios nacionales cooptados por sus avisadores, por lo cual la ciudadanía no tiene como reaccionar. Y es conocido como hasta quienes se supone están para detener a los ladrones y que hacen juramento de servir a la patria, roban fondos públicos sin remordimientos.  Con todo lo anterior, lo que queremos dejar en claro es que Chile cuenta con los medios económicos para ser un país desarrollado y sustentable, lo que le falta es otra cosa, un cambio cultural profundo.
Desde esta región venimos proponiendo y demostrando desde hace 29 años la viabilidad y mirada colectiva del modelo Aisén Reserva de Vida, del ser en vez del tener, del bien-estar, del arraigo, de la ética por la vida,  y esperamos la contingencia actual sea una oportunidad más para que sea tomada en cuenta. Esperamos además, que la actual crisis sea una oportunidad para mayor igualdad y soberanía regional y descentralización. Para un trato más amoroso entre nosotros  y con la naturaleza, con una visión hacia adentro, regionalista. Para ello nos parece importante una economía circular en la cual queden en la región las utilidades y tributación de lo que se produce acá, también los nutrientes,  y se use con cariño y respeto  lo que nos entrega la Madre Tierra. Para eso, las empresas que operan acá deben tener su gerencia y matriz acá. Es necesaria una economía más autárquica y menos dependiente del petróleo, donde se agregue valor e imagen a los productos y se desincentive el extractivismo.  Una economía donde prefiramos el cooperativismo, la autogestión y lo regional, favoreciendo lo local, el artesanado, las PYMES y ONGs  y donde se reconozca el esfuerzo del trabajador, pagando sueldos al nivel de los del Estado y los que algunas de esas empresas pagan en sus países de origen, donde por lo demás se comportan bastante mejor y están más regulados  en todo aspecto. Una economía movida por energías renovables no convencionales, mayor y mejor educación y capacitación para enfrentar el futuro, donde se priorice la restauración del suelo, bosque y mar. Y donde evolucionemos  hacia el nuevo paradigma  a que nos lleva la emergencia climática.

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