Del Abuso a la Estepa y Turberas y por Mineras y Salmoneras
DEL ABUSO A LA ESTEPA Y TURBERAS Y POR MINERAS Y SALMONERAS
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Resera de Vida.
Hartas novedades ambientales de la realidad regional hay para comentar nuevamente.
Por casualidad nos encontramos nuevamente con Miguel Torres, esta vez en una botella de uno de sus vinos “orgánico & vegano” (¿existirá algún vino no vegano?). Aparte de la buena calidad de ese mosto, nos llamaron la atención sobre un sello “reforestation in Patagonia”, lo cual es publicidad engañosa, porque lo que están haciendo es forestar la estepa patagónica con pinos, no re-forestando. Aparte que si fuera ecosistema de bosque, habría que ver hasta que punto es “re-forestar”, con otros árboles que no son de ahí, ni reconstituirán bosque. También aparecen ahí en esa etiqueta, unos sellos “environmental balance” y care for the Earth” que también ponemos en duda, en vista de su forestación con pinos de una estepa endémica, vulnerable, declarada prioridad mundial de conservación. ¡El marketing aguanta harto, pero la credibilidad no!
También estuvimos difundiendo nuestra posición y solicitando apoyo a los diputados en la votación del proyecto de protección para las turberas. Vale en esto dejar en claro, que ese proyecto surge desde Chiloé donde están muy urgidos, ya que al explotarse las turberas y pomponales de ahí se les ha suprimido parte importante de su reservorio de agua. Mas aun con las sequias del cambio climático. En una realidad parecida están en la zona de Valdivia. O sea, ahí es una necesidad de sobrevivencia el que no se continúe explotando las turberas y pomponales. Por nuestra parte, llevamos varios años dedicados a este tema con Carolina Rodríguez, que se doctoró en turberas y que actualmente se encuentra en Alemania, constatando como allá intentan recuperar las a un altísimo costo y como a falta de ellas se acrecientan las inundaciones, como las que vimos en las noticias hace poco. También hemos estado entrevistando a especialistas de la Región de los Lagos (Álvaro Montaña (Geute/ Defendamos Chiloé)) y Magallanes (Daniela Droguett (WCS) y Alejandro Núñez (U.Mag. /Ciudadanos y Clíma)) en nuestro programa de radio y tenemos claro que en nuestra región la importancia de las turberas como reservorio de agua aun no es tan crucial como más al norte (en el altiplano también, donde varias comunidades Aimara han debido emigrar al robarles el agua y destruir los bojedales ), aunque también hemos sabido de alguna como aquella ubicada al suroeste de Villa Ortega que si lo son. Es por eso que, aparte de solidarizar con Chiloé y Valdivia, hemos estado insistiendo en que la importancia de las turberas y pomponales también es ecosistémica y biológica y como de los mas importantes reservorios de gases efecto invernadero existentes. Mas aún cuando hace unos días no mas el IPCC y la ONU hacen un llamado a la urgencia de cuidar ecosistemas y evitar emisiones de gases efecto invernadero. ¡Y claro, esperamos los diputados comprendan todo esto y lo incorporen a esa ley! Ahora, respecto a la “explotación sustentable de turberas y pomponales”, eso a toda vista esta demostrado que no lo es y que el Dcto. 25 de Agricultura no contribuyó a mejorar el manejo. Un manejo que suele consistir en drenar turberas, matándolas, expeliendo asi los gases acumulados, sobreexplotar un musgo que crece alrededor de 1 mm. al año y que deja prácticamente ningún beneficio a la comunidad y un pago miserable a los campesinos de donde se extrae. A final de cuentas, los únicos beneficiados son los exportadores anónimos (con su capacidad de lobby) que lo venden a altos precios al mercado asiático.
En estos días también, se publico nuestra denuncia sobre como la minera australiana Equus – Southern Gold hace trampa para no evaluar el impacto de sus prospecciones en el territorio de Cerro Bayo y Área Prioritaria de Conservación de la Biodiversidad Estepas del Jeinimeini -Lagunas de Bahía Jara. Esta es la misma minera para la cual se “sacrificó”, gracias a su lobby, un terreno fiscal que se estaba incorporando al Parque Nacional Patagonia, lugar en donde también tienen prospecciones de su proyecto “Los Domos”. Éste además contó con el lobby de la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables del Ministerio de Economía (por lo demás, “minería sustentable” constituye un oximorón). Vale agregar, que el anteproyecto de política nacional de minería, incluye acelerar los tramites ambientales de esa “minería sustentable”. A nosotros nos parece que debe ocurrir lo contrario: ¡que debe haber una exhaustiva revisión de las actividades mineras para que logren ser un poco mas sustentables!
Y a propósito de evaluaciones de impacto ambiental y derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, apoyamos a la comunidad de Puyuhuapi en su reclamo por la instalación de una jaula de Salmones de Chile, amparada solo en el Informe Técnico 1142 del 6.8.1998 de la Subsecretaria de Pesca, en su bahía, a quinientos metros del pueblo. Claramente un insulto y riesgo para su salubridad y actividad turística. Ahí funcionó una salmonera contaminante hasta el 2012 (ver foto satelital), que tras once años sin operar, según la Ley de Pesca y Acuicultura se supone su concesión debió ser caducada. Para remate, eso es parte de la zona de desafectación de Áreas Aptas para la Acuicultura, Decreto 153 del Ministerio de Defensa, de la Zona Nacional de Interés Turístico Aisén Patagonia Queulat y de una zona turística de la Zonificación del Borde Costero de la Región de Aysén. Además, esta cercano al Parque Nacional Queulat. ¿De que sirve el ordenamiento territorial si no se respeta? Vale agregar, que solo hace algunos meses todos los científicos especializados en el tema oceanográfico, a causa del desastre que ocasionaron las floraciones de algas a fines del verano, inclusive ahí cerca en el canal Jacaf, concluyeron que los fiordos y mas aun el fondo de ellos, como la bahía de Puyuhuapi, no son aptos para la salmonicultura; eso por el escaso recambio del agua, lo cual implica mayor temperatura y escaso oxigeno disuelto disponible. O sea, poner una salmonera o cultivo de truchas en ese lugar traerá solo problemas, no solo a la comunidad vecina, sino también es pésimo negocio. Por lo visto, parece que aun quedan salmoneros que no quieren entender la realidad geobiológica, de cambio climático y social regional.