Opinión

Salmoneras en Parques Nacionales 2

Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

No bien estaba por publicarse nuestra columna de la semana pasada sobre salmoneras en parques nacionales de la Región de Aysén, nos encontramos con un nuevo artículo de Mongobay Latam sobre este tema. Si bien la periodista M. Carrere aun no sabía de las concesiones en el P.N. Isla Magdalena, sí nos sorprendió con que respecto a la salida de salmoneras en la Punta Huillines del P.N. Laguna San Rafael, no se trataba de “un acuerdo para el retiro” sino de una resolución que aprobaba la solicitud para fusionar y relocalizar dos de esos cuatro centros, lo que era una petición del 2010 con Resolución de Calificación Ambiental favorable y que existen conversaciones para retirar las otras dos. O sea ¡se han tomado mas de diez años en empezar a sacar esas salmoneras de ahí!  Es más, Carrere consigna en su artículo que la Superintendencia del Medio Ambiente formuló cargos a Cooke Aquaculture por incumplir la normativa ambiental en tres de sus centros, dos de ellos ubicados en el parque nacional. Esos cargos son por estar fuera de su concesión, por contaminación con residuos sólidos plásticos (de esos que llegan a la laguna) y por eludir el sistema de evaluación de impactos ambientales, SEIA, lo que es considerado infracción grave. Si bien esos centros se instalaron cuando aun no entraba en vigencia el SEIA, en cada uno de ellos se cosecharon desde el 2013 al 2021 cerca de 5.000 toneladas, cada año, de salmones por sobre lo autorizado, para lo cual debieron haber ingresado evaluación de impacto ambiental.

Entonces, nos encontramos aquí, así como en el P.N. Alberto De Agostini con empresas con prontuario a las que se estaría “premiando” con nuevas concesiones y traslados a otras áreas protegidas. Sería bueno la Subsecretaría de Pesca transparente hacia donde y cuando se trasladan los cuatro centros desde el P.N. Laguna San Rafael, en vez de caducarlos. Por lo demás, por lo visto, la institucionalidad, inclusive CONAF, sabia de esas salmoneras al interior del parque hace años, sin mayor empeño en sacarlas de ahí.

Y respecto a las salmoneras al interior del P.N. Isla Magdalena, tenemos una historia que contar. En 1994 – 95 anduvimos rondando la Isla Magdalena con la UACH y mirando sus senos, también el Canalad, uno de los pocos cuyas aguas son parte del parque. ¡Por lo demás, esa costa intrincada es muy hermosa! Cerca de ahí estuvo el famoso campamento del boom pesquero de Calquemán.  En ese entonces aún no había salmoneras por ahí, pero si basuras de plástico hasta en los lugares más solitarios. Luego, en el 2007 a 2008 la CONAMA rechazo una EIA de salmonera en Islas Bajas, al interior del Parque Nacional; la empresa apeló en Santiago y ¡se salió con la suya! Vale recordar que el artículo 36 de la Ley del Medio Ambiente estipula que se consideran parte de un área protegida sus aguas y porciones de mar. La verdad es que lo sucedido era como mucho y ya que en aquel entonces teníamos la posibilidad de lancha para ir a ver el lugar, fuimos en septiembre de 2008 con Juan Farias. En el trayecto constatamos basura salmonera por todos lados, inclusive una isla basural y nos contaron de otras sumergidas. La cuestión es que en Islas Bajas, en cuyo sector el agua es poco profunda o sea no apta para poner una salmonera, encontramos todo en estado natural y hartas aves y mariscos. Además, en Puerto Gala nos mencionaron que habían pedido ahí una Área Marina de Manejo, pero en el gobierno le habían dado preferencia a la concesión salmonera. A la vuelta del viaje, el Director de CONAMA J.P. Saez, nos  preguntó que habíamos encontrado y socarronamente dijo que “¡claro que no hay salmonera!” O sea, sabia algo más y que ahí no se puede colocar un centro. ¿Acaso le bloquearon el área de manejo a los pescadores o se trataba de especulación, para hipotecar o alguna otra maniobra tenebrosa?

El jueves pasado estuvimos en el Foro Abierto de la Comunidades Costeras del Litoral de Aisén; “Propuestas y desafíos para la conservación y uso sostenible del maritorio”.  Ahí junto al tema de la declaración de Espacios Costero Marinos de Pueblos Originarios para la conservación de la biodiversidad marina, lo que más escuchamos fue de los perjuicios e ilegalidades de la salmonicultura. El más gráfico tal vez fue el buzo, dirigente pescador de Melinka y Lonco, Daniel Canuillán, quién constató que “la mar está  enferma, los erizos ya no tienen la energía de antes”. Aquí vale recordar que la Dra. Bióloga V. Häusermann constató algo parecido en sus estudios en el Centro Huinay; como en diez años la biodiversidad submarina se había reducido en 75%.

En las conversaciones de pasillo durante el foro, en la casa de la Cultura, alguien justifico las concesiones salmoneras en parques nacionales en que eran anteriores a cuando la ley de pesca y acuicultura las prohibió. Pero resulta ya estaban excluidas de antes en la Ley del Medio Ambiente y en la Convención de Washington refrendada por Decreto 531 de 1967.  Por lo demás, las concesiones se supone son por veinticinco años, o sea a estas alturas ya debieran haber caducado ¿O es que acaso se las renovaron, ahí en pleno Parque Nacional? El Estado Salmonero no deja de sorprendernos.

  • Foto del sector Islas Bajas en 2008
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