Opinión

Academia e Investigar Ecosistemas en Aisén

Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

Oscuro se percibe el panorama para la academia – educación superior regional. En estos últimos días nos hemos enterado que la Universidad Austral arrastra una tremenda deuda en Valdivia y para salvarse piensa abandonar su sede de Coyhaique. Probablemente pretendan venderla a la Universidad de Aysén. Esta última también arrastra crisis prácticamente desde sus orígenes y acaba de recibir un informe lapidario al acreditar su gestión. La verdad es que ambas noticias dan mucha pena; no nos merecemos estos castigos y mediocridad. Se suma a lo anterior el Centro para la Investigación de Ecosistemas de la Patagonia, del cual poco se sabe últimamente.

Por nuestra parte, algo conocemos de estos tres centros y por eso nos atrevemos a comentar. En los tiempos del Centro Trapananda, hasta trabajamos para la UACH en dos estudios y ahí aprendimos que ese centro constituía una especie de cabeza de playa para licitar estudios regionales. El autofinanciamiento y neoliberalismo obliga a las universidades a conseguir fondos a como sea. Uno de los estudios en que me toco participar, a nuestro parecer fue de buena calidad, aunque el MINVU, para quien era, no lo tomo demasiado en cuenta. El otro, fue un desastre y nos retiramos a medio camino. En vista de que desde la vuelta a la democracia había harta presión por una universidad regional y seguramente ante la posibilidad de que el Estado la estableciese, la UACH puso una sede-campus a unos kilómetros de Coyhaique. En esa época también apareció la U. de Los Lagos y la U. De Magallanes por acá, las cuales luego han ido desapareciendo. Pero el gobierno decidió fundar una nueva universidad, empezando de cero y sin la participación de las sedes ya existentes y sin incorporar al CIEP a ella. Lo contrario a lo que sucedió al formar la U. de Magallanes en esa región, con mejor resultado parece. No conocemos los porques, pero así se parcelo y debilito lo que podría haber sido una universidad mas poderosa. Hasta sospechamos una parcelación política partidista, esa que por desgracia también corroe y afecta a estos centros, lo que les hace pésimo. Es cosa de recordar a la primera rectora de la U de Aysén, que parecía diputada, y parece que la partidocracia sigue muy vigente ahí. Y con eso, evidentemente, no queremos decir que esa universidad no se involucre en la realidad regional.

Respecto a la universidad de Aysén, que para nosotros debiera ser la de Aisén Reserva de Vida y que aporte a la muy necesaria regeneración regional, nuestras experiencias son, por una parte negativas, al intentar entregar ahí nuestra experiencia y tratar de hacer con ella y la U. de Chile una segunda edición del libro Aisén Reserva de Vida. Por otra, en la gestión de un convenio para trabajar en forma conjunta temáticas de cambio climático, nos encontramos con escaso interés y una increíble burocracia. Y ese último es uno de los aspectos que se le critican en el informe oficial. Lo insólito fue que la U. de Aysén, ante esa realidad, en vez de disminuir cantidad de burócratas, corto a los profesores a honorarios. Y esos académicos deben haber sido de los pocos no afuerinos que impartían ahí. Tenemos además la impresión de que esa universidad es poco aisenina, desaprovechando la capacidad y conocimientos y experiencia de quienes vivimos acá. Esto de exagerar con los doctorados y magisters, a veces conlleva a un buen teórico, pero desconocedor de la realidad regional. Una realidad difícil de comprender. Pensamos que “la universidad de la vida” y el conocimiento del lugar y gente donde se trabaja es igual y tal vez aún más importante que un cartón. Y tal vez para eso esta el Consejo Social de esa universidad, el que seria bueno saber como se elige y para que sirve. Y da la impresión que el nivel y aporte de ese Consejo y aquel Superior no es muy grande y debiera hacerse una autocritica del porque ese centro de estudios no despega. En cuanto a la actual Rectora, una Ingeniero Industrial, nos parecía que era una excelente oportunidad para organizar y lograr un buen funcionamiento, pero parece que no lo ha pasado muy bien en eso y no va a la reelección.

En cuanto al CIEP, desde el inicio en el CORE le cortaron las alas al ponerle la condición que sus investigaciones fuesen para el desarrollo de la región, o sea, le imprimieron un sentido económico. Eso denota no querer entender lo que es la investigación de ecosistemas, una labor de base donde esta casi todo por hacer. De hecho, por ejemplo, el mar patagonico según la Dra.V. Haussermann, contiene catorce ecosistemas, de los cuales casi nada se sabe y en los que actúa irresponsablemente el mal-desarrollo, incluso en áreas protegidas, de la colonización salmonera, ocurren fenómenos devastadores de “FANs” y ocurre la muerte de cientos de ballenas. ¿Y el CIEP que hace ante eso? ¿Y porque no tuvo opinión ni aporte en la discusión de esos aspectos en la ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas? Tal vez la explicación sea que entre los socios y el directorio de ese Centro encontramos al Gobierno Regional, varias universidades (entre ellas a la U. de A. y la UACH)…y  aI Instituto Tecnológico del Salmón y al Centro de Estudios Pesqueros S.A.(propiedad de FIPES; sí, ese mismo) con el gerente de Friosur, Carlos Vial, ya por varios periodos ahí. Además, recibía financiamiento salmonero, poco, pero suficiente para el silencio. Vale recordar además, que durante el gobierno anterior presidia ese directorio el empresario Héctor Canales. O sea, el ecosistema ese está bastante enrarecido.

Mientras en Aisén no nos tomemos en serio lo que implica la maravillosa oportunidad de tener universidad para Aisén Reserva de Vida y un centro de estudios de nuestros ecosistemas y lo tomemos con responsabilidad y compromiso, también desde el interior de esos centros, nos tememos la crisis continuará y nos seguiremos farreando esa oportunidad.

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