Opinión

La Crisis Ambiental y la Realidad

Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

Están complejos estos tiempos actuales en lo cual en mucho esta la sensación de una involución social a los años 30 e incluso a la Edad Media. Es más, da la sensación de que quien miente mas descaradamente, emplea mas paparruchadas y tiene los medios de usar o abusar de inteligencia artificial, tiene todas las de controlar el poder. Y por desgracia, lo estamos viendo a casi todo nivel y al punto que se niegan o relativizan hasta los Derechos Humanos, las Naciones Unidas y la triple crisis ambiental.

Lo expuesto arriba no solo se aprecia en la confección de la nueva constitución y en la política mundial y nacional, sino también en lo político ambiental. Por ejemplo, en la controversia sobre salmoneras en áreas protegidas y en lo que respecta al Proyecto de Ley sobre el Pompón. El primero implica compromisos internacionales sobre biodiversidad y protección efectiva de áreas protegidas en plena crisis de biodiversidad y el segundo implica el extractivismo de un recurso no sustentable incrementando seriamente la emisión de gases efecto invernadero y la regulación y reservas de agua en, al menos, Chiloé. En este ultimo caso, con un gran trabajo ciudadano se logró agregar y aprobar estos importantes temas al proyecto de ley en la Cámara de Diputados. Pero en el Senado, donde se originó, no les pareció bien y rechazaron todas las innovaciones, pasando el proyecto a Comisión Mixta, donde se supone en los próximos días deberá haber definiciones. En cuanto al Ministerio del Medio Ambiente, este parece haber tirado la esponja al no contar con respaldo de otros ministerios para implementar una transición laboral justa para los extractores de Pompón, que son solo unos 1300 y no sobre diez mil como mienten los senadores de la Región de los Ríos. La cuestión es que los políticos están chuteando hacia adelante un gran problema, como es aquel de las sequias provocadas por el mismo cambio climático. Eso, evidentemente le traerá grandes costos a la economía nacional y no se aprecia mucha prevención ni ánimo de adaptarse.

Otra impresión que nos da, es que los temas ambientales y la triple crisis parecen importarle un bledo a nuestra clase político-económica. Así tenemos, como demoraron trece años en sacar el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, todo lo que respecta a agua avanza a paso de caracol por mas crisis, sequias e incendios haya, y la protección de turberas (el Sphagnum es parte de ellas) también ha sido demorada, a propósito, ya por más de una década y ahora están haciendo todo para desregular su extracción bajo falsedades como el “manejo sustentable” y la fiscalización. ¡Como va a ser sustentable la extracción de un musgo que crece 4 mm. al año en Aisén y que en la turbera es reemplazado por otras especies cuando lo explotan!  ¡Y la fiscalización prácticamente no existe llevando a la destrucción de las turberas! Peor aún, no entendemos como la ministra Maisa Rojas, una especialista en cambio climático, se puede prestar para este juego que sentencia a muerte al ecosistema de turberas y que pretenda volver poco menos que al decreto 25 y su fiscalización prácticamente inexistente. O mas bien, que se encontraba con el desastre y nada podía hacer por mejorarlo. Ni siquiera hubo escarnio a los infractores.

Otro tema ambiental, de esos que avanzan poco o nada en lo cultural y en el Congreso, es el Proyecto de Ley de Arbolado Urbano. Ahí se encuentra en el Senado hace años, mientras las municipalidades hacen de las suyas masacrando el arbolado, cada vez más necesario. Y decimos cultural, porque a fin de cuentas, si tuviésemos cultura ambiental, estuviésemos consientes de las crisis ambientales mundiales, tuviésemos amor por nuestros semejantes y la naturaleza y existiese una ciudadanía informada que defienda su patrimonio, toda esa legislación seria innecesaria. De hecho, en otros países, entre ellos algunos que aprendieron de sus errores, estas cosas no serian presentables y la ciudadanía los pararía en seco.

Y en defensa de los árboles urbanos de Coyhaique y parar su masacre por parte de la municipalidad, la que tiene compromisos de arborizar y restituir árboles, presentamos este martes un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Coyhaique. Un recurso que iba a presentar el Colegio de Arquitectos y preparado por un abogado amigo con la colaboración de la ONG FIMA. Ante la imposibilidad de ser presentada por el C.A. regional y estar en el plazo, finalmente la presentamos entre cinco ciudadanos y esperamos tenga buen destino. En todo caso, parece increíble tengamos que llegar a recurrir a las Cortes, tras entregar muchos argumentos del porque el actuar de esa municipalidad es equivocado, conversar con el alcalde y funcionarios y manifestarnos públicamente con el apoyo de buena parte de la comunidad.

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