Con nuestro viaje al sur de la región, el tema de las caducidades que estaba en el tapete en ese momento en varios medios nacionales, quedo en el tintero de los medios regionales (salvo nuestro programa de radio). ¡Es hora de sacarlo de ahí, aunque seamos solo nosotros en esta columna!

Como preámbulo, vale explicar que las salmoneras para poder operar requieren contar con una concesión sobre una superficie de mar chileno que otorgaba la Subsecretaria de la Marina, hoy de Fuerzas Armadas, SSFFAA.  Y recuperar ese trozo de mar, bien común nacional, es algo no muy fácil de lograr ¡Eso, aunque este sea un Parque Nacional! Prácticamente la única causa para caducar una concesión es porque esta nunca llego a operar o porque ha estado dos años sin operar. Aunque sobre esto último ya empiezan las interpretaciones y vallas. Entre ellas, de si esa concesión esta hipotecada (o sea, está en poder de un banco), lo cual le da tres años de gracia. Así tenemos la insólita y absurda posibilidad que una concesión puede estar en ese mar bien público nacional y para remate, además, en un área protegida, o sea doblemente bien nacional, y estar hipotecada. ¡¿una hipoteca sobre un pedazo de parque o reserva nacional?! ¡Cosas que pasan en Chile! Y ¿ha leído o escuchado de esto en algún medio de comunicación?

Esto de las concesiones en condición de ser caducables y que sin embargo no ocurría, lo denunció TERRAM el año pasado. Según ellos, entonces había 280 concesiones caducables en áreas protegidas. Esa denuncia, llevó a que tuviéramos una entrevista con el Subsecretario de FFAA y funcionarios de esa repartición en noviembre de ese año. En esa peculiar entrevista, sobre la cual nos hemos referido antes, y en la cual también surgió el tema de las hipotecas, el Subsecretario prometió respondernos, delante de la Diputada Morales de Magallanes, dentro de un mes. Nunca la recibimos.

En vista de la falta de respuesta y mientras el CORE de la Región de Los Lagos conseguía aquellas concesiones caducables de esa región y el total nacional, intentamos pedir dicha información mediante la Senadora Ximena Ordenes y el Gobernador Provincial de Aisén (desconocemos si la habrá pedido).  Como pasaban los meses y por esa vía tampoco obteníamos respuesta, decidimos solicitar dicha información por Ley de Transparencia.

Finalmente, a un año de la promesa del Subsecretario, recibimos el listado del “Total de Expediente de Caducidad Región de Aysén” adjunto a la Resolución Exenta 6496 de la SSFFAA firmada por su Jefe División Jurídica y en la que además intentan explicar que no tienen obligación de informar del porque no han procedido a caducar. La cuestión es que de acuerdo a ese listado, en nuestra región hay 253 concesiones caducables, de las cuales solo 72 están “tramitadas” y las demás “pendientes”, y eso último seguramente por mucho tiempo más, ya que entre el 2018 al 2021 ¡solo se tramitaron 28! ¡O sea, 72 ya es un récord!

Vale recordar que lo informado al CORE de Los Lagos por la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura es que el total nacional seria de 457 concesiones caducables, eso es alrededor de 40% del total de cerca de 1400, y de las cuales 189 están en Los Lagos, 240 en Aysén y 28 en Magallanes. Por lo visto, las cifras entre ambas subsecretarias difieren y son bastante “flexibles”. Por lo tanto, seguramente el total nacional es mayor.

Tras revisar la lista de la SSFFAA, observamos que en ella aparecen tres de las cuatro concesiones ubicadas en el Parque Nacional Isla Magdalena, dos de ellas de Aqua Chile (una tramitada y una pendiente) y una de Los Fiordos, tramitada. Extrañamente no aparece alguna de las concesiones de Cooke Aquaculture ubicadas en el Parque Nacional Laguna San Rafael, donde hasta el Subsecretario de Pesca y Acuicultura menciono que la había. En el Santuario de la Naturaleza de Quitralco, cuatro de las ocho concesiones de MOWI están caducables, pendientes, y extrañamente no aparece aquella de Los Fiordos que aparentemente nunca ha operado. Contar las concesiones caducables en otras áreas protegidas como la Reserva Nacional Las Guaitecas, es tarea mayor pendiente.

Lo otro que ha ocurrido desde que las organizaciones de la sociedad civil estamos en lo de las caducidades, es que las empresas han intentado resucitar algunos centros, un ejemplo de eso fue el que ocurrió frente a Puyuhuapi, para consternación de la comunidad.

Finalmente, vale comentar, que Aisén no es excepción en cuanto a la cantidad de concesiones salmoneras sin ser usadas, salvo con fines especulativos y por lo tanto sin producir ni dar empleo. Mientras, esa industria y sus sindicatos claman ante una inexistente amenaza de perder concesiones y no poder operar a futuro en áreas protegidas, donde evidentemente nunca se les debió otorgar.  E igual reclaman porque no logran relocalizar, como si acaparar concesiones y el espacio marino no tuviese consecuencias, hasta para ellos mismos.

PS: Según Salmonexpert del 12.12 ahora la SSFFAA informa de 263 concesiones caducables y 155 en tramite

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