Opinión

PROGRAMAS AMBIENTALES PRESIDENCIALES

Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.


En medio de la vorágine electoral, tema espinoso en el cual las ONGs tenemos limite de opinar, y tratando de mantener la objetividad, si es que esta existe, quisiéramos acá referirnos a la parte de propuesta ambiental de las actuales candidaturas presidenciales. Para ello recurrimos al análisis que hizo la Cientista Política y Mg. en Sociología, Pamela Poo, de Chile Sustentable, de los programas para la elección anterior. Es posible estos tengan algunos ajustes, como dicen por ahí “el programa no está tallado en piedra”. Claro, que eso también implica que ese programa no es tan creíble como parece. Por otra parte, los programas para llevarlos a la práctica deben pasar muchas veces como proyecto de ley por el Congreso y ahí, así como están las cosas, se ve compleja la aprobación de muchas de esas iniciativas. También pueden aparecer algunas mas.

Para el análisis nombrado, se revisaron los programas presidenciales a la luz de 16 aspectos relacionados con una mirada ecológica y socioambiental. Aquellos son los siguientes: 1. Biodiversidad 2.Transporte sustentable 3. Empleo verde 4. Ciudades sustentables 5. Cambio climático 6. Minería 7. Agua y glaciares 8. Institucionalidad ambiental 9. Impuestos 10. Energía 11. Zonas de sacrificio y transición justa 12.Residuos 13. Soberanía alimentaria 14. Océano/pesca 15. Bosques y plantaciones/Arbolado urbano 16. Acuerdo de Escazú.

El programa presidencial presentado por Gabriel Boric contiene medidas y bajadas para los 16 aspectos revisados en el comparado, concentrándose en el ámbito de mitigación y adaptación al cambio climático. Destacan en las áreas analizadas los aspectos de biodiversidad, transporte sustentable, cambio climático, institucionalidad ambiental, impuestos, energía y océano/pesca. En cuanto a las bajadas de las medidas propuestas, sobresale la tramitación del proyecto de Ley de Biodiversidad, la protección y restauración de ecosistemas, la presentación de una reforma al Sistema de Evaluación Ambiental, aumento del impuesto verde, la incorporación del almacenamiento en energía, la Política para la Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, la derogación de la Ley de Pesca y la firma del Acuerdo Escazú. Existen algunos retrocesos con relación al programa anterior (precandidatura), ya que se realiza un cambio en el abordaje a las zonas de sacrificio, donde la propuesta plantea una Comisión de Transición Justa, en donde se indica la necesidad de urgencia, pero con gradualidad. Se menciona la reparación socioambiental de las zonas de sacrificio, pero no indica a través de que instrumentos se va a implementar, colocando énfasis en la preocupación por las fuentes laborales de estos territorios. Además, tampoco se propone directamente el cierre de termoeléctricas a carbón, ni se hace mención a la carbono neutralidad. Por último, en agua se habla de una política de embalses, sin indicar el tamaño de estos, y aunque se menciona la protección de glaciares, no se especifica a través de qué instrumento se realizaría.

El programa de José Antonio Kast presenta medidas en torno a 13 aspectos revisados. No presenta medidas en los aspectos de empleo verde, cambio climático y Acuerdo de Escazú. Sobre las demás medidas presentadas, si bien destacan algunas en torno a la conservación del medio ambiente, éstas se contraponen con el resguardo que se hace de las actividades económicas, lo que impide realmente proteger la naturaleza. Además, tras la revisión de las medidas propuestas en materia hídrica, el enfoque está en las obras grises a través de una carretera hídrica y embalses. A su vez no se crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, sólo se fortalecen Conaf y Sernapesca, lo que implica que muchas de las propuestas en biodiversidad y conservación de la naturaleza no podrán llevarse a cabo. En energía se apuesta a la mega hidroelectricidad, biomasa y termoelectricidad, lo que incluso profundiza la crisis climática, siendo además un retroceso por los efectos que estas fuentes de generación tienen sobre las cuencas, los bosques y las comunidades. Por último, no hay medidas explicitas en torno al cambio climático, ni a la integración de nuevos enfoques para abordar la mitigación y la adaptación a este. Es más, se pone en duda si éste es o no de origen antrópico.

Por nuestra parte, vimos en noviembre un foro ambiental organizado por la Sociedad Civil por la Acción Climática, SCAC, con los precandidatos, en el cual el único que dio la cara fue Boric, quien ahí reconoció no ser experto en el tema y estar disponible en aprender. En cuanto a Kast (que no fue precandidato), al igual que su inexplicable actitud ante el cambio climático que tiene a la SCAC mas que preocupada, nos preguntamos junto con muchos más, que quiere decir con “las especies de flora y fauna que conviven con la población humana o son influidos por esta deben buscar un camino para pagar su derecho a existir (pag.149 de su programa).

Finalmente, vale considerar la posición de los candidatos ante la Convención Constitucional y nueva Constitución, la cual esperamos sea ecológica, porque de poco servirá todo ese trabajo y plebiscito previo por el apruebo, si el nuevo presidente y su gobierno les hace la vida imposible y aboga por rechazarla en el plebiscito de salida. Si bien ambos candidatos dicen que respetaran el trabajo constituyente, hay uno que claramente se identifica con el sector que ha estado por mantener la Carta de 1980.

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