La Protección de Nuestros Ríos y su Territorio
Si no nos hubiesen recordado que hoy 9 de mayo, cuando comienzo a escribir esto, se cumplen once años de la famosa aprobación por la Comisión Ambiental Regional del EIA de HidroAysén, lo más probable es que nos hubiésemos olvidado. Ese día en que terminamos retenidos en la Comisaria y tras un paseo en bus verde al tribunal, salimos libres casi a media noche, para ir a recoger nuestros lienzos mojados botados en la calle delante del Servició de Evaluación Ambiental. No seria la última vez que estuvimos manifestándonos por ahí; es más, estuvimos a falta de una, en las dos aprobaciones de EIA del proyecto Río Cuervo. Y sin embargo, esos proyectos, gracias al poder ciudadano terminaron por desaparecer y nosotros ya casi olvidándonos de ellos.
Varios años han transcurrido desde entonces y la verdad es que con lo agotados que quedamos tras más de una década de campaña, que si sumamos aquella de Alumysa, serian alrededor de 24 años, la verdad es que no nos dan muchas ganas de quedarnos pegados en eso. Sin embargo, a causa de una conversación en plena calle de hace unos días, nos preguntamos de que habíamos hecho tras esas increíbles victorias para evitar que en algunos años más puedan aparecer los próximos megaproyectos y represas en el Baker, el Pascua y el Cuervo. Claro, los tiempos han cambiado, ahora están de moda las energías renovables no convencionales y las empresas eléctricas aún están traumadas por su derrota y no cuentan con derechos de agua. También hay Tribunales Ambientales y mayor conciencia y poder ciudadano. ¿Y lo seguirán estando en algún tiempo más? No debemos olvidar que, por ejemplo, en el río Santa Cruz, relativamente cerca nuestro e igual de lejos del consumo, los chinos están intentando de construir represas, con el beneplácito de los gobiernos argentinos. Vale agregar que esa energía a mas de 1500 kilómetros de Buenos Aires y que dicen es para su aire acondicionado, les saldría harto más fácil y barato obtenerlo con placas solares sobre los techos de su capital. Pero ¡negocio es negocio! Y en Chile los chinos también están cada vez más presentes y reemplazando en mucho al imperialismo gringo y metidos en todo. De hecho, tienen una posición muy sólida y de poder al ser nuestros mayores socios comerciales compradores de cobre. Y no son los únicos interesados en hacer pedazos la Patagonia, la variedad de amenazas es amplia.
Entonces, la pregunta es como hacemos para no quedarnos solo en campañas y traducir las victorias en cambios estructurales en las políticas, en el ordenamiento territorial, en leyes, en nuevos paradigmas.
Por eso es qué en estos años tras las victorias, estuvimos participando en la elaboración de la Política Energética Regional, evitando ahí los megaproyectos de represas y también entregamos nuestra propia propuesta de Política Energética para Aisén Reserva de Vida. Y por otra parte, logramos se decretase el Monumento Histórico del Paso San Carlos en el Baker, con el cual se obstruye la construcción de represas en ese lugar. Por su parte, Tompkins Conservation consiguió la declaración del Parque Nacional Patagonia, el cual colinda con el Baker y también complica la construcción de represas ahí. Por lo anterior es que también nos alegramos de no ser los únicos en esta tarea de salvaguardar los ríos de Aisén y nos place que la Fundación Kreen lograse, al fin, el decreto del Santuario de la Naturaleza Meullín- Puye (río Cuervo).
Vemos además con interés y apoyamos esa iniciativa, la propuesta de autodeclaración de Bien Nacional Protegido por parte del Ministerio de Bienes Nacionales, del territorio fiscal del río Pascua. Ese sector debió haber quedado en el Parque Nacional Bernardo O’Higgins, pero no ocurrió, tal vez para facilitarle las cosas a Endesa o tal vez porque estaba quemado, o por desconocido e inaccesible. Entre que ese sector sea terreno fiscal disponible a cualquier postor para ser hecho pedazos, o a que se valorice protegiéndolo y convirtiéndolo en destino turístico, francamente, preferimos la segunda opción. Al respecto, vale recordar que hay ahí, entre el desagüe del Lago Chico y el Rio Quiroz, un impresionante, misterioso e inaccesible salto del cual solo hemos visto fotos en dos ocasiones y que el río ha sido bajado en kayac solo una vez. ¡Todo un desafío a la aventura!
Y de que se puede hacer más ¡se puede! Si bien la declaración de Áreas Protegidas no salva per se a los ríos, la biodiversidad, los paisajes y valles de Aisén y sus comunidades, sirve de mucho. Y claro, es evidente que esas áreas protegidas deben ir acompañadas de una comunidad empoderada que las conozca, ame y defienda y se beneficie de ellas. También de gobernantes y empresarios conscientes y respetuosos del territorio y sus valores irremplazables. Y de tribunales justos. Y lo decimos porque conocimos de cerca como a la hora de la verdad los poderes fácticos tratan de imponer sus intereses; como por ejemplo, hacerse los lesos respecto a los estudios y a la represa proyectada en y que habría inundado parte del Parque Nacional y Reserva de la Biósfera San Rafael, en boicotear el decreto del Monumento Paso San Carlos y el decreto de Santuario Meullín -Puye. O como los municipios y gobierno en su momento se olvidaron olímpicamente del Área de Conservación Cultural y Ambiental de la Patagonia, las zonas prioridad para la conservación de la biodiversidad y Zona Nacional de Interés Turístico. Y finalmente, como los propios servicios del Estado olvidan de proteger efectivamente las áreas protegidas bajo su administración e intentan convertirlas en negocio.
Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida