Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida

Los columnistas no tenemos feriados, así es como no nos queda otra que escribir en fiestas patrias. Y eso con sentimientos encontrados, empezando por que estas fiestas se supone son de anuncio de primavera y por acá no hay caso con que el invierno se retire.  Así que el ánimo esta hasta por ahí no más. Además, en esto de las redes sociales, no dejan de llegar noticias muy poco patrióticas, mientras en los medios de comunicación notamos mayor interés en la monarquía británica que en la patria propia.

Sobre eso de patria y patriotismo hemos escrito en años anteriores en estas fechas y esta vez nos llama nuevamente la atención este patriotismo sui generis nacional, en el cual la patria como que esta reducida a la bandera, el himno nacional, el rodeo cuando les conviene y a acordarse de algunas tradiciones solo durante estas fechas. ¿Y que hay del patrimonio de la soberanía, el suelo y la naturaleza de la patria?

Justo en estas fiestas hay quienes reflotan el famoso TPP 11, tratado que esta claro entrega soberanía a las multinacionales. Peor aún ¡sus promotores argumentan que esa soberanía ya se perdió con otros tratados anteriores!  En todo caso, en cuanto a medio ambiente y semillas, este tratado es muy resistido por los “patriotas verdes” y quienes lo apoyen (el tratado), les traerá costo político.

El otro tema que apareció justo para estas fiestas, es aquel de la tramitación de la Ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas por la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados. Vale recordar que ese proyecto de ley ya lleva ocho años de tramitación (mas algunos de aquel anterior) y que hay quienes han hecho de todo, para de una u otra forma destruirlo o paralizarlo. Una de esas formas fue precisamente, tras su tramitación por el Senado y la Comisión de Medio Ambiente, de tratar de que también fuese visto por varias otras comisiones. Al final, la Cámara Baja aprobó su tramitación por la Comisión de Agricultura, donde hubo quienes se encargaron de hacerle cientos de indicaciones y ponerle hartos palitos. La cuestión es que, tras varios meses de esas jugarretas, hace poco finalmente terminaron su tramitación. Pero, en eso hubo quienes (diputados de la derecha) patrióticamente se encargaron de sacarle las partes que pudiesen molestar al empresariado extractivista (hoy en día en buena parte transnacional, incluidos los chinos comunistas ). Esto es, la parte donde no se permitiría actividades industriales en las áreas protegidas (patrimonio nacional), eso consecuentemente con las Convenciones de Washington y para la Conservación de la Biodiversidad ratificadas por nuestro país. Además, sacaron la parte en que los sitios de conservación de la biodiversidad se consideran área protegida, con el resguardo correspondiente a su integridad. La cuestión es que esto también ha levantado olitas y ahora queda por ver si en el plenario se logra rechazar esos cambios. De ahí ese proyecto vuelve al Senado que tendrá que ver las modificaciones que le introdujo la Cámara Baja, con lo que, posiblemente se vaya a Comisión Mixta. O sea, tenemos para otros meses a años. Total, el patrimonio biológico y el patrimonio de áreas protegidas es de tercera categoría y prioridad para los “patriotas” nacionales.

Junto con la notica anterior venia otra (desde Terram) que señala que hay treinta y cuatro concesiones salmoneras operando en áreas protegidas de la Patagonia que habrían incurrido en causal de caducidad por no iniciar actividades dentro del plazo. ¡No sería la primera denuncia de este tipo en que la institucionalidad hace vista gorda!

Menos mal que el miércoles pasado, en el homenaje a Gino Buscaini, famoso escalador, fotógrafo y dibujante italiano enamorado de la Patagonia, nos encontramos en la biblioteca con el libro “Chilenas en el Everest” cuya existencia desconocíamos. La autora y jefa de esa expedición, Vivianne Cuq, vivió hace años atrás con su marido, Francisco Medina (compañero nuestro en el Aconcagua), en Los Torreones y lo recuerda con lágrimas en ese libro, al igual que su aventura de cuando quedó atrapada por un frente de mal tiempo en el Monte San Lorenzo, para ella la mas hermosa montaña de Chile. Y las otras dos heroínas en la cumbre del Everest residen y laboran hoy en nuestra región, lo cual seguro muchos desconocen. ¡Esas sí que hacen honor a la patria!

En esos días, menos mal también, había adquirido el libro “Que mi gente vaya a hacer surf; La Educación de un Empresario Rebelde”, de Yvon Chouinard, a quien había conocido como escalador y autor de libros de montaña, luego convertido en exitoso (anti) empresario de “Patagonia”. A Chouinard, amigo de Doug y Chris Tompkins, lo conocimos personalmente hace unos años atrás en Reñihue y en la firma del decreto del Parque Patagonia. El libro, esta buenísimo y esperamos poder contar sobre su contenido más adelante. Y justo en estos días, Chouinard anunció que dona la propiedad de su empresa, Patagonia, a un fondo y una ONG que usaran las ganancias para combatir la crisis climática y defender la naturaleza. ¡Eso sí que es patriotismo, aquel sin fronteras y para con la gran patria -madre Tierra!

 

Compartir: