Opinión

La Subsidariedad Neoliberal y el Estado Salmonero

Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

Escuchábamos hace unos días las explicaciones de un economista sobre nuestro modelo económico neoliberal y de subsidariedad del Estado y el porque no nos convenía como país elaborar productos porque salía mas barato importarlos. Así es como Chile en las últimas décadas ha perdido prácticamente toda su industria, inclusive la elaboradora de cobre. Si, somos los principales productores mundiales de ese metal, pero un simple alambre, clavo, lata o cañería vienen de vuelta de China al otro lado del planeta.  Si bien esa forma de ver la economía tiene su lado real en un mundo globalizado con transporte barato, también significo dependencia y cientos de cesantes. Esos, sobre los que las organizaciones y gremios patronales nunca reclamaron. Asimismo, vimos como muchos empresarios se convirtieron en importadores y proliferaron los especuladores haciendo excelentes negocios y enviando sus ganancias a paraísos fiscales.  Así, nuestro país se convirtió en exportador de materias primas, minerales, chips, fruta, merluza y salmones. Para que esto funcionase, venía acompañado de facilidades ambientales y laborales, económicas y sociales, como permisos, bajos costos, ausencia de fiscalización, concesiones gratuitas, exención de impuestos, políticos disponibles, leyes flexibles.  Todo esto produjo hábitos y grupos prácticamente intocables. Y también los típicos doble estándar, como es el caso ahora último de las ISAPRES ¡y de los cuales hay muchos más! El internalizar ganancias y externalizar las pérdidas se convirtió en toda una práctica y el apoyo estatal a poderosos, también.  A tanto que es muy poco probable que siquiera se toque el Estado subsidiario en la nueva Constitución. Si es que llega a haber una.

Valga esta introducción, para entender el caso de las salmoneras transnacionales Nova Austral y Cooke Aquaculture instaladas en los parques nacionales Alberto De Agostini y Laguna San Rafael y a Australis sobreproduciendo en las reservas nacionales Las Guaitecas y Kawésqar. O sea, las facilidades llegaron a tanto, que les dieron concesiones gratuitas y permisos ilegales hasta en parques nacionales y cuando a causa de su mal comportamiento se les investiga y corren riesgo en ser sancionadas, patalean, se buscan apoyo político y gremial empresarial y chantajean a la autoridad con dejar cesantes (de esos que para otros casos no tenían asco en justificar). Y para remate, Nova Australis es subsidiada con cuantiosos fondos fiscales (146.791 millones de 2001 a 2022). O sea ¿Qué hay del Estado subsidiario, la autoregulación del mercado, la muerte de empresas ineficientes y todos esos argumentos que ahora se olvidan rápidamente?

Y por otra parte, el chantaje también se utiliza en el Congreso cuando ahí se intenta legislar, para, siguiendo acuerdos internacionales ratificados por nuestro país, no permitir concesiones y actividades industriales en áreas protegidas en la ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas. Y también se pone en juego, que al fin salga esa ley tras más de una década de postergaciones, para tomar en cuenta los sitios prioritarios regionales de conservación de la biodiversidad. Algo parecido ocurre con la “ley Pompon”, cuya demora también cumple con darle tiempo a los explotadores y con mentiras se busca que continue la destrucción extractivista de turberas y pomponales.

Junto con la “toma” y degradación del Parque Nacional Alberto de Agostini, financiada a una transnacional por el “Estado subsidiario”, el otro ejemplo increíble de doble estándar y antipatriotismo debe ser aquel de las hipotecas a las concesiones de mar chileno. Vale recordar que esas hipotecas surgieron en el 2009 como salvataje a las salmoneras en la crisis del virus ISA (¿Responsables?)  O sea, en vez de que según el dogma del modelo se muriesen o dedicasen a otra cosa, el Estado, por un lado, puso orden en la forma de cultivar y comenzó a fiscalizar y por otra, les abrió la posibilidad de salvarse hipotecando en el sistema financiero las concesiones (mar de los chilenos) muchas veces, además, en áreas protegidas. ¿Qué habrá opinado M. Friedman de esto? ¿Todavía habrá concesiones hipotecadas y de ahí la resistencia en caducar? En noviembre pasado, en una conversación con el Subsecretario de Fuerzas Armadas, entidad que entrega esas concesiones gratuitas, por una parte, le hacíamos ver la existencia de sobre cien concesiones sin uso en áreas protegidas y que por ley debían ser caducadas y por otra, le planteamos el tema de las hipotecas en un bien nacional público. El Subsecretario quedo de respondernos en un mes. Van más de cinco y seguimos esperando. Por lo que se sabe, esa repartición, antes Subsecretaria de la Marina, esta infiltrada y alineada con los salmonicultores y prácticamente es parte del Estado Salmonero ¿Otra muestra de falsa subsidariedad?

*Foto. Salmonera de Cooke Aquaculture en el Parque Nacional Laguna San Rafael.

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