Peter Hartmann, Director CODEFF Aisén, Presidente Agrupación Aisén Reserva de Vida.

Ya lo decíamos en una columna anterior, que la entrega del premio de la Organización Mundial para el Turismo “Best Tourism Villages 2023” a Caleta Tortel, para nosotros también fue emocionante y con su significado especial.

Y claro, el significado especial es que nos toca de cerca. Fuimos nosotros quiénes en nuestra práctica profesional de arquitecto, en 1982, diagnosticamos el futuro turístico de Tortel. Eso, cuando el gobierno de entonces pretendía trasladar ese poblado a Puerto Yungay, porque según ellos, estaba aislado, era artificial, no tenía factibilidad de energía, ni agua potable, ni puerto, lo que se suponía sí había en Yungay (El Mercurio 19.7.1981). Es más, en aquel entonces el MOP y su Dirección de Vialidad, que habían decidido el emplazamiento de Pto. Yungay en la Caleta Adriana, (mientras la Armada informaba que ese no era buen puerto) insistían que nunca habría camino hacia la caleta. Bueno, la cuestión es que el tiempo nos terminó dando la razón y contradiciendo al gobierno de entonces. Y eso ¡porque no era llegar y afirmar que la desembocadura del principal rio de Chile y su encuentro con el fiordo que lleva al Golfo de Penas, entre ambos campos de hielo, en una comuna con sobre 80% de área protegida, era artificial y no había posibilidad de agua potable y energía eléctrica, ni desarrollo!

La cuestión es que los argumentos y antecedentes que esgrimíamos en aquel entonces son los que terminaron por prevalecer ante el “traslado”  hasta hoy. Incluso, sirvieron para postular al premio de mejor poblado turístico. En todo caso, esos argumentos, acerca del futuro turístico de Tortel, en aquel entonces produjeron mas de alguna burla y mirada escéptica. A tanto, que fue el ex Intendente Gabriel Santelices el que nos subió el ánimo contándonos que cuando el había logrado la construcción de las hosterías de Coyhaique y Lago Elizalde, también lo habían declarado loco. La cuestión es que estábamos adelantados en el tiempo y tuvimos la visión que otros no. En nuestro caso, la visión y análisis profesional del planificador regional.

Cuando nos vinimos a trabajar y vivir a la región en 1984, teníamos claro que Caleta Tortel ameritaba alguna categoría especial que la valorizara y tras algunos intentos frustrados, finalmente en el 2001, cuando estuvimos trabajando allá en el proyecto ”Prevención y Preparación Ambiental y Turística en Tortel” del Fondo de las Américas, ante la llegada del camino, logramos con la visita al lugar del Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, Ángel Cabeza, con el acuerdo del Consejo Municipal y el expediente preparado por la arquitecto María Paz Hargreaves, la declaratoria de Zona Típica y Pintoresca de la caleta y de Monumento Histórico de la Isla de los Muertos. Vale recordar, que en aquel entonces aun había mucha gente, en lo que destacaba la oficial del Registro Civil, que aún no creían en el futuro turístico de Tortel y entorpecían estas gestiones y nuestro proyecto tratándonos hasta de “ecoterroristas”. La cuestión es que, estos monumentos nacionales fueron decretados por el entonces presidente Lagos en La Moneda el 2005, con presencia de una delegación de tortelinos invitados.

Mientras revisábamos antecedentes para esta columna, descubrimos que a estas alturas Tortel es recontra famoso, hay innumerables emprendimientos turísticos profitando de esa fama y que ya en el 2016 había sido declarada la caleta “lugar más auténtico del país” por la Revista del Domingo de El Mercurio. En esa misma ocasión, esa revista menciona en otras categorías varios lugares de la región, entre ellos, como “mejor sendero del país” aquel más antiguo de Aisén, el del Paso San Carlos, con el que también tenemos historia, al haber logrado su declaratoria como Monumento Histórico en el 2014 con expediente  preparado por  el antropólogo Mauricio Osorio.

Vale recordar también, que la declaratoria de Zona Típica, ha servido para evitar en mas de una ocasión la invasión caminera por parte del MOP y perdida de parte de sus valores de la caleta (mismo ministerio que no logro solucionar la conexión del camino con la ensenada con un funicular o ascensor, ni terminar el instructivo para la Zona Típica).

Finalmente, y como lo hemos dicho desde el principio y es lo mismo que decimos respecto a otros valores de la región, es que nos parece correcto aprovechar estos, pero que eso también implica una gran responsabilidad en cuidarlos. Por otra parte, vale como reflexión, el que tenemos que creer mas en nosotros mismos, en nuestros valores y virtudes regionales, antes de enganchar en cuanto canto de sirena extractivista de promesa de “desarrollo y progreso” de más de algún “conquistador” se asoma por acá.

  • foto de El Junquillo, Caleta Tortel

 

 

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